El tenista estadounidense Sam Querrey (49° ATP) se encontraba en Rusia junto a su familia, su esposa Abby y su pequeño hijo de ocho meses Ford, para disputar el ATP 500 de San Petersburgo, donde debutaba frente al canadiense Denis Shapovalov (12°).
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Instalado en un hotel cinco estrellas, el norteamericano tenía todo listo para comenzar su presentación en el torneo. Sin embargo, antes de su estreno recibió los resultados de las pruebas de COVID-19 que se realizó él y su familia, los cuales dieron positivo, razón por la que no podría presentarse a jugar. Además, debían cumplir con la cuarentena de 14 días en el lugar.
Sin fiebre ni grandes preocupaciones, Querrey y su familia habían aceptado permanecer allí, pero una llamada cambió la postura del deportista. Las autoridades sanitarias de Rusia se comunicaron directamente con el tenista para advertirle que en caso de presentar síntomas debían hospitalizarlos.
Fue así como Querrey planeó su fuga del país y todavía no se conoce su paradero, según expuso el periodista del New York Times, Ben Rothenberg.
“Como los Querrey estaban experimentando lo que entendían como síntomas leves, temieron que alguno o todos los miembros de la familia fueran hospitalizados en Rusia, y especialmente preocupados por su hijo de ocho meses, del que no querían estar potencialmente separados dentro de un país extranjero”, detalló Rothenberg en su cuenta de Twitter.
“Así que Querrey, que en varios partidos importantes de su carrera mostró parches de un sponsor de jets privados, decidió pagar un avión particular para llevar a su familia fuera de las fronteras de Rusia, lejos del alcance de las autoridades sanitarias. Los Querrey fueron llevados a lo que se describió como ‘un país cercano’, que no requería un test negativo para ingresar. Ahora están permaneciendo en un AirBNB en ese país”, continuó el periodista.
Esta acción podría costarle un severo castigo al estadounidense por violar el Código de Conducta de la Asociación de Tenistas Profesionales. A través de un comunicado del departamento de relación con los jugadores, la ATP indicó –sin mencionar el nombre de Querrey– que está en conocimiento del incidente y que ya inició una investigación.
“Adherir a los protocolos de salud y seguridad sanitarios es vital para asegurar la realización de los torneos, además de seguir las normas dispuestas por las autoridades locales. A los jugadores y sus equipos se les recuerda que romper estos protocolos ponen en riesgo la capacidad operativa de realizar los torneos y pueden tener reacciones en el resto de la gira”, expone el texto.