La directora de una empresa británica de cámaras de seguridad y uno de sus empleados fueron condenados este lunes a 14 y 5 meses de cárcel, respectivamente, por acceder ilegalmente a las imágenes de la autopsia del futbolista argentino Emiliano Sala.

Sala, de 28 años, acababa de ser traspasado del club francés Nantes al galés Cardiff cuando el 21 de enero, mientras viajaba entre esas dos ciudades, su avioneta de alquiler se precipitó en las aguas del canal de la Mancha.

En el accidente murieron el delantero argentino y su piloto, el inglés David Ibbotson.

El cadáver del piloto nunca fue hallado, pero el del futbolista fue encontrado más de dos semanas después, gracias a una operación de búsqueda lanzada por su familia, entre los restos del aparato a 67 metros de profundidad.

Su autopsia tuvo lugar el 7 de febrero. Unos días después, la policía británica tuvo conocimiento de que una fotografía del cuerpo sin vida del futbolista circulaba en Twitter.

Detenidos el 18 de febrero y juzgados la semana pasada, Sherry Bray, de 49 años, directora de la empresa Camera Security Services Limited, y su empleado Christopher Ashford, de 62, reconocieron haber accedido a las imágenes de la autopsia ante un tribunal de Swindon, en el suroeste de Inglaterra.

El juez Peter Crabtree los condenó este lunes a 14 y 5 meses de cárcel respectivamente, por acceder a las imágenes, precisando que deberán cumplir efectivamente al menos la mitad.

Bray entró sin autorización al sistema informático de seguridad para ver la autopsia de Sala en directo y ambos la volvieron a mirar en diferido varias veces.

"Acepto que ninguno de ustedes cometió los delitos de los que se han declarado culpables por un motivo económico, sino que más bien fueron motivados por una curiosidad morbosa", afirmó el magistrado.

Los acusados hicieron además capturas de pantalla de las imágenes que Bray compartió con su hija y Ashford dejó fotografiar a uno de sus amigos, lo que derivó en su difusión en las redes sociales para la gran conmoción de la familia Sala, que vive en Argentina.

Con sus acciones "profundamente ofensivas", Bray y Ashford "causaron un inmenso sufrimiento a la familia y amigos" del futbolista, fustigó el fiscal Anthony Johns. 

"Es imposible imaginar porqué alguien querría grabar o ver este tipo de imágenes en una violación tan flagrante de la confidencialidad y la decencia humana", agregó.

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