AFP

La Federación Internacional de Atletismo confirmó este viernes la suspensión de la Federación Rusa de Atletismo (ARAF), dejando sin embargo la puerta abierta a la presencia de atletas rusos limpios de dopaje en los Juegos de Río (5-21 agosto) a la conveniencia del Comité Olímpico Internacional (COI).

La Federación rusa de Atletismo (ARAF) está suspendida desde el 13 de noviembre de 2015 después de que una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) desvelase la existencia de un sistema organizado de dopaje en el atletismo ruso.

Rusia, por medio de su ministro de Deportes, Vitali Moutko, avisó que reaccionará a la sanción.

"Los resultados de la votación de los miembros del Consejo de la IAAF han creado una situación sin precedentes: los atletas rusos no podrán participar en los Juegos Olímpicos 2016 en Río", indicó el ministro en un comunicado, mostrándose "muy decepcionado" por esta decisión de la IAAF.

Con esta decisión, un gigante del atletismo, segunda nación en ese deporte en los Juegos Olímpicos de Londres, estará ausente en el estadio Olímpico de Río en agosto.

Es una violación de los Derechos Humanos. No me puedo quedar callada, voy a tomar medidas. Me dirigiré a un tribunal de Derechos Humanos
Yelena Isinbayeva

"Puedo confirmarlo, la suspensión se mantiene", había declarado antes el secretario general de la ARAF, Mikhail Boutov, desvelando al decisión de la IAAF, cuyo consejo se reunió este viernes en Viena para decidir la suerte de los atletas rusos suspendidos desde hace meses de las competiciones internacionales.

"La suspensión de la Federación rusa de Atletismo (ARAF) es una decisión esperada, podíamos suponerlo. Reaccionaremos", declaró por su parte el ministro Moutko a la agencia rusa TASS.

La doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbayeva, privada junto con el resto de atletas rusos de los Juegos Olímpicos de Río por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), denunciará ante los tribunales, anunció este viernes a la agencia rusa de prensa TASS.

"Es una violación de los Derechos Humanos. No me puedo quedar callada, voy a tomar medidas. Me dirigiré a un tribunal de Derechos Humanos", avisó Isinbayeva, sin precisar en manos de qué instancia jurídica dejará el asunto.

El presidente ruso Vladimir Putin descartó este viernes las acusaciones, insistiendo en que Rusia no tiene un programa "de dopaje organizado por el estado".

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