El fin de semana pasado –que fue largo por el feriado yanqui- murieron 24 personas en Tijuana. Como es habitual, más de 300 mil personas cruzaron diariamente el puesto fronterizo más masivo del mundo, para disfrutar de las playas, la comida y el clima de excesos varios que se viven en la licenciosa urbe de la Baja California mexicana.
El año pasado hubo 612 muertos y en lo que va corrido de éste la cifra llega a 309. Cientos de inmigrantes haitianos y africanos esperan al otro lado del muro para pasar a los Estados Unidos, sin éxito, en campamentos que mezclan miseria con esperanza.
Mañana, en la previa del partido, otra vez muchos mexicanos vendrán hasta San Diego para ver a la escuadra de Juan Carlos Osorio, un obsesivo que para quedarse con el cargo tuvo que ganarle a Bielsa, Sampaoli, Carlo Ancelotti y Jurgen Klopp. Es un teórico formado en Liverpool, que hizo la práctica en el Manchester City –hace veinte años- y que luego dirigió en Chicago, Nueva York, Colombia, Honduras y apenas por once partidos en México, donde era un virtual desconocido.
Los números del rival de Chile en el último amistoso previo a la Copa América son escandalosos. Lleva seis partidos ganados al hilo, 13 goles a favor y ninguno en contra. Pero a los hinchas no les entusiasma el equipo ni la constante rotativa que hace el entrenador.
Llegó Vidal para integrarse a "La Roja". Al verlo bajarse de la gigantesca camioneta negra, cuál súper estrella, rodeado de periodistas y con mucho blin- blin y polera a la moda, parece cada vez más un hiphopero con todas las de la ley. Pero es el nuevo líder futbolístico de este equipo y eso tendría que notarse. Incluso en un amistoso con la la escuadra que es, en mi criterio, uno de los grandes favoritos del certamen.