La historia ocurrió el sábado pero se conoció en las últimas horas gracias a La Voz de Galicia, que dio con uno de sus protagonistas. 

Durante el fin de semana, el mueblero gallego Ignacio Fernández manejaba cerca de Valdebebas, el lugar donde se encuentra el campo de entrenamiento del Real Madrid, cuando se dirigía a IFEMA, una feria de decoración.

Al llegar a una rotonda se detuvo para darle prioridad a otro vehículo, pero el auto que iba detrás suyo lo impactó.

Fernández se bajó de su Audi Q4 y el conductor del Audi Rs6 también lo hizo, momento en que no pudo ocultar su sorpresa cuando vio que era el mismísimo Zinedinde Zidane.

“Nada más verlo bajar le reconocí y ya le dije ‘Me hubiese gustado conocerte en otras circunstancias, pero esta tampoco está mal’”, contó.

“Me disculpé por frenar de repente, pero no podía arriesgarme y él me dijo que estaba un poco distraído y que también lo sentía”, agregó.

Lejos de discutir, Fernández aprovechó el momento. “Le dije que si podíamos sacarnos un selfie, porque la gente no iba a creer que me había dado un golpe Zidane. Y muy amable me dijo que sí. Se quitó el gorro y nos hicimos la foto”, contó, agregando entre risas que “también le dije que si quería quedaba todo en nada, que cambiábamos allí los coches y listo”.

El lunes el agente del francés se comunicó con el mueblero para asegurarse de que todo estuviese bien. “Me dijo que estaban muy agradecidos, porque Zidane iba al entrenamiento y tenía mucha prisa, por lo que agradecía que no entretuviera pidiéndole firmas, camisetas o entradas”.

Según comentó a radio Cope, lo más curioso de esta historia es que a Fernández no le llama la atención el fútbol y que su primera reacción al ver a Zidane no tuvo nada que ver con el deporte, sino que fue ahí cuando pensó con alivio: “Seguro que lo tiene asegurado a todo riesgo”.

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