El mediocampista nacional Charles Aránguiz se refirió, por primera vez, a la capitanía de la selección chilena, la cual no aceptó en el último partido amistoso ante Honduras. “No quise aceptar la capitanía por respeto a Claudio Bravo”, dijo el hombre del Bayer Leverkusen.
En conversación con el Canal del Fútbol, el exjugador de la Universidad de Chile, quien había sido elegido por Reinaldo Rueda para portar la jineta, rechazó la propuesta del entrenador colombiano, por lo que el brazalete fue llevado por el defensor Paulo Díaz.
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“Se habla de timidez, de miedo. Me da risa que se digan esas cosas. ¿Miedo? Vivo hace 30 años en mi población con mi vieja. ¿Miedo a qué? ¿A ponerme una cinta en el brazo? Si no lo hice, fue por respeto a Claudio”, expresó el puentealtino.
“Si él no hubiese estado, habría sido un orgullo llevar el brazalete”, agregó Aránguiz desde Alemania.
“A mí me criaron de otra forma. Claudio estaba ahí y no quise aceptar la capitanía por respeto a él”, insistió el volante quien fue uno de los pocos bicampeones de América en estar presente en los partidos amistosos ante Argentina y Honduras.
De todos modos, el jugador ratificó el distanciamiento que existe entre algunos jugadores de la selección y el portero del Manchester City. “Es raro todo lo que ha pasado. El ambiente está raro. Todo error trae consecuencias. Es difícil mirar a Claudio como se le miraba antes”, añadió.
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“Hoy, nuestro capitán es Gary. Pero cuando estemos todos y Claudio sienta que es el momento, tenemos que conversar. Si no, seguiremos esperando que él se sienta cómodo”, comentó Aránguiz sobre las conversaciones pendientes que hay entre los seleccionados.
“Esperemos que se solucione pronto todo esto. Para mí, insisto, nuestro capitán es Gary. Claudio no supo arreglar el tema pronto o de la mejor forma. Pero eso no quita el respeto que le tenemos”, explicó.