Ronaldinho es un mago, Neymar no puede ocultar su afición y los jugadores del Chelsea están adictos a un deporte que se juega con una pelota sobre una mesa.
Parece ping-pong, pero no de la manera que se conoce.
Se trata del teqball, una especie de fútbol jugado sobre una mesa curva "científicamente adaptada" que ha atraído el interés de varios de los mejores jugadores del mundo, sean leyendas del balón del pasado o figuras del presente.
El objetivo es que en el futuro se convierta en un deporte olímpico, pero para ello lo primero que necesita es seguir creciendo en popularidad.
Cómo se juega teqball
- La pelota debe ser regresada al otro lado de la "red" con un máximo de tres toques utilizando cualquier parte del cuerpo, excepto brazos y manos.
- No se puede tocar la pelota dos veces seguidas con la misma parte del cuerpo.
- Los partidos se juegan al mejor de tres sets.
- Cada set es a 20 puntos, aunque para definir el último se necesita una ventaja de por lo menos dos puntos.
- La Copa del Mundo tiene competencias de dobles e individuales, tanto para hombre como mujeres.
Uno de los primeros pasos fue crear una federación internacional (FITEQ) y organizar un torneo internacional, la Copa del Mundo, que este viernes y sábado celebra su segunda edición en Reims, Francia.
Y en tan solo un año ya cuenta con más de 40 países y 100 jugadores participando.
Más que un juego
No cabe duda que uno de los mayores impulsos para este crecimiento lo recibió cuando se transmitió y publicó la imagen de Neymar, Coutinho, Gabriel Jesus y Dani Alves jugando teqball durante un entrenamiento antes de un partido de Brasil clasificatorio al Mundial de Rusia 2018.
Otro de sus "promotores" ha sido Ronaldinho, quien tiene una mesa en su casa y suele compartir sus acrobacias a través de sus redes sociales.
Además en Francia, evento que repartirá un premio de US$100.000, contará como invitados especiales con el portugués Simao y los franceses Robert Pires y William Gallas.
No cabe duda que toda esta exposición ha tenido un efecto positivo, que por el momento oculta la poca accesibilidad que se tiene a un deporte cuyo principal inconveniente es el elevado precio de la mesa en la que se juega: unos US$3.000.
Ben Nuttall, especialista en hacer malabares con el balón y representante inglés en la Copa del Mundo de este año, reconoció que eso hace que no se conozca en la calle.
"Puedes ver que muchos futbolistas lo consideran como un buen entrenamiento ya que mejora el toque con el balón, pero podría realmente crecer si la gente lo comienza a ver como un deporte", le dijo a la BBC Nutball, quien se enteró recientemente de que el teqball era un deporte cuando fue llamado para participar en el mundial.
De hecho, el Consejo Olímpico de Asia reconoció oficialmente al teqball como un deporte hace un mes y hay iniciativas para crear organismos nacionales en todo Reino Unido.
Moderno
El juego y el diseño de la mesa fue creado en Hungría como fruto de la asociación entre un exfutbolista profesional, un empresario y un científico en computación, Viktor Huszar, quien admitió que vivió un momento de euforia al ver a jugadores usar la mesa en el Mundial de Rusia.
Huszar considera que además de beneficiar el negocio fue una muestra de la "aprobación" del mundo del fútbol.
"Teqball está demostrando que hay un nuevo modelo en el mundo de los deportes", dijo Huszar, resaltando el aspecto tradicional de la mayoría de los deportes.
"Los que fueron creados hace 100 años no tuvieron la oportunidad del internet o de las redes sociales para crecer, nosotros tenemos la oportunidad de explotar eso".
Huszar acepta que el deporte funciona gracias a los jugadores y que no hubieran tenido el mismo impacto si no hubiera habido las imágenes y los videos de famosos futbolistas y equipos practicándolo.
"Hemos sido reconocidos como deporte apenas un año después de haber creado la federación internacional -Fiteq- algo por lo que otros deportes han tenido que esperar 30 años", resaltó.