"No voy a ponerme de pie para demostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a las personas de color".
Con estas palabras el mariscal de campo del fútbol americano Colin Kaepernick justificó el año pasado su decisión de no cantar de pie el himno de Estados Unidos, como una una protesta por los casos de violencia policial hacia los afroestadounidenses.
"Para mí, esto es más grande que el fútbol y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado", dijo Kaepernick entonces, cuando aún era parte del equipo de los 49ers de San Francisco del fútbol americano.
La forma en la que protestó, rompiendo la formalidad en uno de los momentos más solemnes para los ciudadanos de EE.UU. como es el entonar su himno, creó una tormenta.
Desde varios flancos, Kaepernick fue criticado duramente, hasta el punto de que algunos lo tacharon de traidor.
Pero otros compañeros en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), en la que más del 60% de los jugadores son afroestadounidenses, imitaron su forma de protesta durante el himno.
La protesta parecía haberse quedado en 2016, pero con el inicio de la nueva temporada de la NFL regresaron las manifestaciones durante el himno.
Y los recientes comentarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, al respecto solo han reavivado la polémica.
¿Es una "falta de respeto"?
Para el presidente Donald Trump, esta situación solo refleja falta de respeto.
"¿No amarían que los dueños de uno de estos (equipos) de la NFL, al ver que alguien le falta el respeto a nuestra bandera, diga: 'Saquen a ese hijo de p... de la cancha ahora mismo: está despedido'?", dijo Trump durante un mitin con sus simpatizantes en Alabama el viernes.
"Si los fans de la NFL se niegan a ir a los partidos hasta que los jugadores dejen de faltarle el respeto a nuestra bandera y a nuestro país, verán que el cambio ocurre rápido. ¡Despedir o suspender!", opinó luego en su cuenta de Twitter el domingo.
Tras sus declaraciones, decenas de jugadores -más de 150, según la prensa estadounidense- se quedaron sentados o se arrodillaron cuando sonó el himno de Estados Unidos en los estadios este fin de semana.
La protesta también se extendió al baloncesto de la Asociación Nacional de Básquetbol (NBA, por sus siglas en inglés), con varios jugadores mostrando su apoyo a sus colegas de la NFL.
Si bien existe en EE.UU. una norma llamada "Código de bandera" que señala cómo deben comportarse los estadounidenses cuando suena su himno, no existen sanciones aplicables para quienes lo incumplan.
Los civiles en EE.UU. deben ponerse de pie, mirar de frente a la bandera y colocarse la mano derecha a la altura del corazón cuando suena el himno.
Los militares deben realizar el saludo castrense, estén o no de servicio. Los hombres deben descubrir su cabeza, si es que visten una gorra o sombrero.
Así que los deportistas que no siguen la etiqueta a seguir durante el himno no violan ninguna ley, pero hay quienes consideran que es una falta de respeto, incluido Donald Trump.
"Los aficionados al deporte nunca deben aceptar que los jugadores no se pongan de pie, orgullosos, por el himno o su país. ¡La NFL debe cambiar sus reglas!", dijo Trump.
Para el comisionado de la NFL, Roger Goodell, la falta de respeto vino del presidente hacia la liga.
"Comentarios divisorios como estos demuestran una desafortunada falta de respeto a la NFL, a nuestro gran deporte y a todos nuestros jugadores", dijo Goodell en un comunicado.
La primera protesta
La letra y música de The Star-Spangled Banner (La bandera tachonada de estrellas ) fueros adoptadas oficialmente como himno en EE.UU. en 1931.
El historiador Marc Ferris explicó a la radio pública estadounidense NPR que el registro más antiguo que se tiene de que un himno haya sonado en un evento deportivo se remonta a 1862.
"Pero la cosa es que tenías que contratar a una banda. Eso era caro, por lo que solo era para ocasiones especiales hasta la época de la Segunda Guerra Mundial, donde los sistemas de sonido aparecieron", señala Ferris.
Con el espíritu nacionalista por la guerra en alto, el himno se hizo parte de los eventos deportivos y se convirtió en una tradición que se ha mantenido hasta la actualidad.
La primera protesta llamativa durante un himno, explica Ferris, ocurrió en 1968 durante los Juegos Olímpicos celebrados en México.
Tommie Smith y John Carlos levantaron cada uno un puño con un guante negro, el saludo del movimiento del Black Power con el que afroestadounidenses protestaban por el racismo en EE.UU. en esos años.
"Una protesta muy similar a la de Colin Kaepernick sobre opresión y discriminación racial", dice Ferris.