El tiempo se va agotando, pero hasta que la cuenta regresiva para el Mundial de Rusia 2018 no llegue a su fin el peruano Paolo Guerrero sigue soñando de poder estar en la cita mundialista junto a su selección.
El "Drepedador" recibió la que podía ser la última de esperanza por parte de sus propios compañeros de profesión, quienes pidieron a la FIFA que deje jugar al capitán de Perú en el torneo que comenzará el próximo 14 de junio, que marcará el regreso de la blanquirroja a un mundial después de 36 años.
Guerrero había regresado a las canchas con su club, el Flamengo brasileño, después de cumplir la sanción de seis meses que recibió por parte de la FIFA al dar positivo por un "metabolito de la cocaina benzoilecgonina" en un control llevado a cabo tras el partido contra Argentina por las eliminatorias sudamericanas el 5 de octubre de 2017.
Sin embargo, la semana pasada el castigo se extendió luego que el Tribunal de Arbitraje Deportiva (TAS, en francés) aceptara parcialmente la apelación de la Agencia Mundial de Antidopaje a la decisión del Comité de Apelación del organismo rector del fútbol de reducir hasta la mitad la sanción impuesta inicialmente de un año.
La AMA había pedido que Guerrero fuera suspendido por dos años, pero el TAS desestimó parte de su alegato y dejó la sanción en 14 meses.
La decisión dejó automáticamente al máximo goleador de la historia de Perú por fuera del mundial ante la imposibilidad de recurrir ante una instancia superior en el deporte.
Todo el proceso ha causado molestia en el seno de FIFPro, sindicato que representa a los jugadores profesionales de todo el mundo, que califica como injusta la severidad de la sanción.
"Accidentalmente"
Tras conocer la situación y el veredicto final del TAS, FIFPro solicitó "una reunión urgente con la FIFA" para tratar el caso Guerrero.
Según explicó en un comunicado, "la suspensión es injusta y desproporcionada, y constituye el ejemplo más reciente de un Código Mundial Antidopaje que con demasiada frecuencia da lugar a sanciones inadecuadas, especialmente cuando ha quedado demostrado que no hubo intención de engañar".
FIFPro reiteró que el jugador ingirió la sustancia "accidentalmente" y que tanto la FIFA como el Tribunal de Arbitraje Deportivo acordaron que al no haber sido consumido de forma consciente, "no tuvo un efecto potenciador sobre su rendimiento".
"Por lo tanto, contradice el sentido común que se le imponga una penalización tan perjudicial para su carrera", acota.
Para FIFPro, la último modificación del Código Antidopaje de la AMA fue impuesto "sin haberse llevado a cabo la consulta correspondiente con los futbolistas y sus representantes".
De ahí que exige que sea revisada "para que sirvan a los mejores intereses del juego y protejan los derechos fundamentales de los futbolistas".
Ultimátum
Pero el reclamo de FIFPro no se quedó en el comunicado y este domingo escribió directamente a la FIFA para que permita a Guerrero jugar en el Mundial.
En su mensaje esperan que haya una respuesta entre las próximas 24 y 48 horas.
La semana pasada el futbolista, de 34 años, declaró en el periódico The New York Times que no pierde la esperanza de estar junto con sus compañeros en Rusia.
"Seguiré peleando, demostrando mi inocencia, haré todo lo que esté en mis manos para jugar en la Copa del Mundo", dijo Guerrero.
"No bajaré la cabeza ni me echaré a dormir", aseguró, añadiendo que lo hace por su honor y el de su familia.
"He jugado con dedicación durante más de quince años. Jugué mi primer partido para la selección nacional cuando tenía 19 años y siempre luché para clasificar al mundial".
"Lo di todo para llevar a mi país al torneo y ahora no puedo jugar por algo tan injusto. Estoy muy triste", reconoció.
Perú incluyó a Guerrero en su lista preliminar de convocados y esperará hasta el último minuto para dar la definitiva de sus 23 jugadores, que tiene que entregar el próximo 4 de junio.