En su búsqueda por llegar a ser el primer tenista griego en ganar un Grand Slam, Stefanos Tsitsipas pasó horas pegado a una computadora.
Su idea fue que para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo lo ideal era aprender directamente del mejor de todos, el suizo Roger Federer, su ídolo.
Fue entonces que escribió el nombre del maestro suizo en YouTube y comenzó a mirar sus mejores partidos.
¿Su favorito? La victoria del entonces tenista juvenil sobre Pete Sampras en Wimbledon en 2001.
Lo que no sospechaba el tenista griego es que él sería protagonista de una historia similar al vencer este domingo a Federer en los octavos de final del Abierto de Australia.
Con una edad parecida, una clasificación similar y, como dijo el mismo tenista suizo, con el mismo pelo, Tsitsipas es ahora la sensación de la que está hablando todo el mundo del tenis.
Un aire de Federer
Nunca un jugador griego había logrado ubicarse entre los 100 mejores del mundo hasta la irrupción de Tsitsipasm, quien logró romper esa barrera en octubre de 2017 siendo todavía un adolescente.
Un año después consiguió su primer título del circuito profesional al ganar el Abierto de Estocolmo, cerrando 2018 con la victoria en la final del NextGen, torneo que reúne a los mejores tenistas menores de 21 años de la ATP.
Pero sin duda que su mayor triunfo ocurrió este domingo en Melbourne cuando superó a Federer en un electrizante partido 6-7 (11-13), 7-6 (7-3), 7-5, 7-6 (7-5).
Su próximo rival será el español Roberto Bautista Agut y de avanzar a semifinales logrará ubicarse por primera vez entre los 10 mejores del mundo.
"Cuando lo vi por primera vez supe que iba a ser alguien grande", comentó la periodista griega, Vicky Georgatou.
"La mayoría de los niños juegan con un revés a dos manos. Pero cuando vi que él lo hacía con una mano me encantó", le dijo Georgatou a BBC Sport.
"Juega como la vieja escuela de tenis, con un muy buen golpe de derecha, que es su fortaleza, pero también sirve bien y tiene un poderoso revés".
"Tiene mucha variedad en su juego, sube a la red, volea y puede ser impredecible".
"Hay veces que su estilo me recuerda a Federer. Fue su ídolo y lo ha visto mucho. Tal vez es por eso que tenga un aire", resaltó la periodista griega.
Pocos amigos
Tsitsipas cuenta con un vlog donde habla sobre sus viajes y es amante de la fotografía, con una apariencia en la que se esconde su timidez.
"Creo que me siento cómodo conociendo a nuevas personas y hablando con alguien", dijo sobre su irrupción en el circuito profesional.
"Pero no hay muchos jugadores que quieran hacer amigos. Ese es el problema".
Para Georgatou, de la página deportiva SDNA, se trata de una situación que no es nueva.
"Su padre me dijo que cuando Stefanos era pequeño no tenía muchos amigos", comentó.
"Pero le gustaba de esa manera. No era un problema para él".
"No es como los otros chicos con sus teléfonos, jugando todo el tiempo. A él le gusta tomar fotos, le gusta leer, es diferente".
Expectativa
Tsitsipas siempre ha querido ser un modelo a seguir para su país, aumentando el interés por un deporte que históricamente ha pasado desapercibido en Grecia.
Nacido de una familia vinculada al tenis, su primer contacto con una raqueta fue a los 3 años gracias a la influencia de su madre, Julia Salnikova, quien representó a Rusia en la Copa Federación, y de su padre, Apostolos, quien es todavía su entrenador.
"Grecia es un país donde la gente es loca por el fútbol y el baloncesto, y eso nunca va a cambiar", reflexionó Georgatou.
"Creo que ahora que Stefanos lo está haciendo bien, y María Sakkari también (número 43 del mundo), se convertirá en el tercer deporte de Grecia y la gente lo comenzará a seguir".
"Esperamos que eso haga que más niños tomen una raqueta y comiencen a jugar".
Ese cambio se puede percibir en el Abierto de Australia gracias a la gran comunidad griega que hay en Melbourne.
"Él siempre nos ha dicho que juega por la bandera, es un chico que está orgulloso de ser griego", agregó Georgatou.
"No creo que toda esta atención y expectativa lo vuelva loco, no creo que sienta presión, pero es algo de lo que no está acostumbrado".
"Le gusta tener el cariño de la gente, pero a veces eso hace que se distraiga".
Algo de lo que tendrá que tener especial cuidado tras vencer a Federer y ser el "hombre más feliz de la Tierra".