La directora de la carrera, Mary Wittenberg, dio hoy la bienvenida en Staten Island a los más de 50.000 participantes llegados de todos los rincones del mundo para correr en la edición número 44 de la prueba.
La carrera quiso dar la razón al jurado de los premios Príncipe, que destacó al maratón de Nueva York como "la máxima expresión de deporte, colaboración ciudadana y espíritu solidario", y volvió a dar buena muestra de por qué se ha convertido en el evento más popular de este tipo y donde los representantes de Kenia destacaban como los favoritos.
Atletas profesionales y aficionados se echaron a las calles de la Gran Manzana, donde les esperaban 10.000 voluntarios y unos dos millones de neoyorquinos, que no se quisieron perder la cita pese al viento y el frío.
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"Es el mejor maratón del mundo por todo el impacto, el público, los espectadores y el ambiente", dijo a Efe Miranda Luiken, la esposa del maratoniano mexicano Germán Silva, que hoy completó el recorrido para celebrar el 20 aniversario de su primera victoria en la prueba.
Ese carácter internacional de la carrera se hacía evidente hoy en la meta de Central Park, donde muchos participantes llegaban envueltos en las banderas de sus países. Aproximadamente un tercio de los corredores llegan desde fuera de Estados Unidos, tanto profesionales como aficionados que aspiran a superar sus límites.
Entre las miles de personas que hoy cumplieron ese sueño estuvo la tenista Caroline Wozniacki, que corría su primer maratón y completó el recorrido con unas destacables 3h26:33.
Desde su creación en 1970, con una carrera limitada a Central Park en la que sólo terminaron 55 corredores, el maratón de la Gran Manzana no ha dejado de crecer y este año acumuló el millón de participaciones finalizadas. EFE