El presidente de la ANFP, Sergio Jadue, citó a los miembros del directorio para analizar el informe del árbitro y recabar todos los antecedentes del caso.
El hecho ocurrió en los primeros minutos del segundo tiempo del partido, cuando el árbitro Patricio Blanca paró el juego a instancias del propio Rentería, quien se quejó de los insultos racistas que estaba recibiendo por parte de algunos aficionados de O'Higgins.
El partido estuvo detenido cuatro minutos, mientras los futbolistas locales y la megafonía del estadio pedían a los aficionados que cesaran los cánticos contra Rentería.
La ANFP subrayó hoy que, a la espera de conocer en detalle lo sucedido, es una situación "de la máxima gravedad" que "no puede suceder en ninguna parte del mundo".
Las instancias superiores del deporte, los propios países y sus comunidades rechazan este tipo de actitudes y el fútbol chileno adhiere a esos sentimientos con extrema devoción
La ANFP advirtió que cuando tenga la información necesaria tomará las medidas "que estime necesarias" de acuerdo a las normas internas del organismo, que en este tipo de casos contempla sanciones económicas, la prohibición de que los seguidores entren al estadio e incluso el cierre del recinto por varias jornadas.