Lo que dijo Bassa. El ahora ex vicepresidente de la Convención salió el jueves, en una entrevista a Canal 13, a rechazar las críticas al proceso de votación que concluyó después de 9 rondas de votaciones y más de 18 horas de deliberación, en los cuales salieron finalmente electos María Elisa Quinteros como presidenta y Gaspar Domínguez como vicepresidente. Bassa personalizó su visión sobre lo ocurrido mencionando a Squella, uno de los más críticos de lo ocurrido.

  • Squella, Premio Nacional de Humanidades, había manifestado lo siguiente: “No dimos una buena imagen con esa sucesión de votaciones infecundas, varias de ellas erráticas, y que solo ponían de manifiesto el egoísmo, la ineptitud y la falta de experiencia política de los colectivos más numerosos que hay al interior de la Convención, que se toman todo como una oportunidad de distribuirse el poder antes que de asumir el trabajo”. Añadió, en todo caso, que había que quedarse con el buen desenlace del proceso.
  • Las siguientes fueron las declaraciones de Bassa en Canal 13:
  • “El país no está acostumbrado a ver estas nuevas formas de deliberación pasiva, abierta, al aire libre, sin techos sobre nuestras cabezas, sin paredes rodeándonos. (…) Una deliberación democrática y pública que se da a ojos de la prensa. (…) Nunca en Chile habíamos visto esa forma de deliberación. Donde las bancadas, los colectivos de la Constituyente no llegan al momento de la decisión, al 4 de enero, al pleno, con la decisión cocinada”señaló.
  • “No hay una decisión tomada, sino que muestran sus cartas honestamente, en las primeras sesiones van subiendo las caras que cada colectivo propone y entre cada ronda de votación lo que se da es una deliberación y una conversación democrática (…) Es una forma de democracia real que el Chile del siglo XX no conoce. No me extraña la sorpresa de académicos tan dignos de admiración como Agustín Squella, porque son las nuevas generaciones las que están empujando esta forma de deliberación”, concluyó.

“!Vaya presuntuosidad y abuso!”. Consultado por Ex-Ante sobre esas controvertidas palabras del ex vicepresidente de la Convención, Agustín Squella señaló lo siguiente.

  • “En el proceso que vivimos me quedo ciertamente con el desenlace y no con la extensa y pobre noche y madrugada que lo precedieron. Ese desenlace no pierde nada de su valor por causa del ningún valor de la etapa previa, pero tampoco se trata de que nos volvamos amnésicos respecto de esa etapa o que, peor aún, la presentemos como una democracia real. ¿Sabe usted quien utilizo esa expresión -democracia real- para referirse al régimen que encabezó? Adolf Hitler”.
  • “Otros como él le pusieron también distintos apellidos a la democracia. Stalin, democracia popular; el general Franco, democracia orgánica; los hermanos Castro, otra vez democracia popular; Chávez, democracia autoritaria; Maduro, democracia bolivariana; y nuestro dictador local, democracia protegida. Cuidado entonces con las palabras”.
  • “Lo que ocurrió aquella noche y madrugada no fue tampoco la aparición de una democracia juvenil versus una de los viejos como yo. ¡Vaya presuntuosidad y abuso creer que desde esa noche hay la promesa de una nueva democracia! Lo que hubo esa noche fue política, y eso se entiende, pero mala política, muy parecida a la que la ciudadanía vienen reprobando hace rato: improvisada, estrecha, egoísta, plagada de zancadillas, hecha por aficionados que creen que por estar en una instancia política -la Convención- eso los transforma ipso facto en consumados políticos”.
  • “Lo que se vio fue varios colectivos sin eje, sin rumbo, improvisando y sin ninguna dirección, levantando y luego traicionando a algunos de sus integrantes. Nunca la política ha sido fuente de los mejores sentimientos del corazón humano, pero, ¿por qué tendría que serlo de los peores? Ni una nueva forma de hacer política ni menos una nueva forma de democracia es lo que vimos aquella noche, y presentar las cosas de otro modo raya en lo escandaloso. En la Convención abunda la crítica, sobre todo a los poderes constituidos, pero falta la autocrítica”.
  • “Abunda la autocomplacencia y falta el auto examen. Hace cosa de un mes un pequeño grupo de constituyentes pedimos formalmente a la mesa saliente que, habiendo cumplido casi el primer semestre de trabajo, hiciéramos una jornada de reflexión y aprendizaje, o sea, de autocrítica, a fin de tener claridad sobre lo ya hecho y acerca de lecciones para mejorar en el futuro. No tuvimos respuesta de la mesa. Reiteramos la petición, y otra vez sin respuesta. Ninguna. Confío en que la nueva mesa revisará esa petición y la responderá”.

Mire a continuación la declaración del el exvicepresidente de la Convención Jaime Bassa que desató la respuesta de Agustín Squella:

 

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