-¿Qué pasó el viernes? ¿Por qué la comisión más prestigiada tuvo este desenlace tan negativo?
-La Comisión presentó un Informe con serias deficiencias de fondo. Esto es producto de una mala comunicación entre los colectivos. Al mismo tiempo, no ha existido una verdadera negociación política.
-En algunas normas ni siquiera los miembros de la comisión aprobaron los artículos que ellos mismos habían propuesto. ¿Qué falló?
-El resultado fue una cazuela incomestible, que los mismos chefs terminaron rechazando. Lograron esto pues negociaron a última hora.
-¿Cuáles crees que fueron las causas de la imposibilidad de llegar a un acuerdo que permitiera conseguir el apoyo del pleno? ¿Fueron definiciones políticas o la falta de experiencia?
-La causa fundamental es que hemos perdido muchísimo tiempo en discusiones reglamentarias internas. Luego, la comisión ha tenido una minoría que ha sido muy resistente, como un equipo uruguayo en Montevideo. Primero eran parlamentaristas y luego eran semi-presidencialistas. Ellos empujaron a favor del triunvirato que terminaron rechazando. Otro aspecto importante es la falta de experiencia; a veces eso juega a favor, a veces en contra. En este caso, ha pasado la cuenta.
-¿Esto lo ves como una oportunidad para mejorar las propuestas? ¿Es viable llegar a consensos en la comisión?
-Para llegar a consensos la variable principal es el tiempo, esto obligará a la Comisión a trabajar los fines de semana probablemente.
-Uno de los puntos que produjo ruido es un bicameralismo que no parecía tal. ¿Piensas que el Senado puede resurgir o está completamente desechado?
-Teníamos un acuerdo sobre unicameralismo y eso se rompió desde varios flancos. Lo sustantivo es la relación con la comisión de Forma de Estado que tiene interés en darle facultades legislativo-normativas a sus asambleas regionales. Estoy de acuerdo en eso, compensando aquello con que el procedimiento empiece en regiones y culmine en el Consejo Territorial.
-También creó discusión la idea de tres cabezas, un presidente, un vicepresidente y un ministro de Gobierno. ¿Cómo puede resolverse este puzzle?
-El triunvirato está muerto. Veremos si sobrevive la Vicepresidencia. No veo espacio para un súper ministro, aunque es probable que Atria+Chahin+Bassa insistan en ello.
-¿Cuáles son tus apuestas para dar un giro a la discusión y conseguir una solución?
-Para mí el consenso será: presidencialismo+vicepresidencia. Congreso bicameral asimétrico con instancias locales, por ende será una especie de tricameral.
-¿Cómo definirías el estado de ánimo al interior de la comisión? ¿Hay confianzas o están dañadas?
-El clima era bueno hasta hace tres semanas atrás, cuando decidieron NO controvertir la contienda de competencias con la Comisión de Forma de Estado. Para mí, desde ese momento en adelante, este primer Informe nuestro estaba muerto.