Este jueves 17 de febrero se cumplió un año de la desaparición de Tomás Bravo, niño que salió de su casa junto a su tío abuelo para acarrear a sus animales en el sector de Caripilun, región del Biobío.
A raíz de su desaparición se organizó un intenso operativo de búsqueda, el que terminó el 26 de febrero tras el hallazgo del cuerpo del menor a dos kilómetros de la zona donde fue visto por última vez.
En ese sentido, desde la Fiscalía explicaron que actualmente están en curso "seis pericias científicas en instituciones nacionales e internacionales, cuya especificidad no se puede detallar por el momento".
"Estos resultados darán pie para decretar otros análisis, hasta agotar todos los medios que permitan acercarnos a la verdad respecto del delito cometido y de su autor o autores", señalaron en un comunicado.
Además señalaron que tanto madre como el padre de Tomás Bravo, así como sus abogados querellantes, se encuentran al tanto del contenido de la carpeta investigativa, a la que acceden por su condición de intervinientes.