En el mundo de la política estadounidense, 2018 ha llegado con fuego y furia.
Donald Trump se separó de su exconsejero de alto nivel Steve Bannon.
Los detractores del presidente están promocionando las revelaciones del explosivo nuevo libro Fire and Fury ("Fuego y furia"), de Michael Wolff, como una forma, dicen, de confirmar cada una de las sospechas que tenían del mandatario y de cuán apto realmente está para el cargo.
Trump regresó a Twitter, arremetiendo contra los medios de comunicación, los demócratas y sus críticos.
La Casa Blanca parece un búnker, en el que se ha implementado una prohibición a los trabajadores de usar sus teléfonos celulares personales.
Cuando los estadounidenses se preparan para leer las partes más sustanciosas de "Fuego y furia", el polvo sigue sacudiéndose en la más reciente tormenta política estadounidense.
¿Quiénes son los ganadores y los perdedores de toda esta polémica?
Michael Wolff - Ganador
Durante una entrevista de televisión realizada el viernes en la mañana, el autor -un hombre conocido en los círculos mediáticos pero difícilmente familiar entre la mayoría de los estadounidenses- estaba disfrutando del resplandor que representa ser el centro de la atención nacional.
Bromeó diciendo que debería enviarle una caja de chocolates al presidente por darle el tipo de publicidad que el dinero no puede comprar.
Gracias a la frenética reacción de la Casa Blanca ante la publicación, esta semana, en la prensa de extractos de su libro, "Fire and Fury" ha encabezado la lista de los bestseller de Amazon.
Algunos se han quejado de que el autor construyó gran parte de su trabajo sobre la base de reportajes previos publicados por los principales medios de comunicación de Estados Unidos como los periódicos The Washington Post y The New York Times.
Otras voces han cuestionado la precisión de los detalles ofrecidos en el libro.
En un entrevista con la BBC, Sebastian Gorka, exasistente de Trump, señaló una nota del autor en la que Wolff reconoce que su trabajo está basado en relatos que son ocasionalmente conflictivos, algunos de los cuales, dice Gorka, son "descaradamente falsos".
Wolff indica que algunas veces permitió que los desacuerdos permanecieran en el texto para que el lector pudiera juzgar por sí mismo, mientras que en otros segmentos "se decidió por una versión de los hechos que él creía era la verdadera".
El periodista asegura que tiene grabaciones y apuntes que respaldan sus afirmaciones, aunque no ha dicho si está dispuesto a hacer público ese material.
Está claro, de cualquier modo, que el autor es en este momento la mayor estrella en el firmamento de los medios de comunicación y, para un hombre que parece estar encantando con ser el hombre del momento, eso es un triunfo. Un gran triunfo.
Steve Bannon - Perdedor
El exjefe de estrategia de la Casa Blanca pasó en menos de un año de ser el cerebro detrás de la victoria electoral de Trump de 2016 y de ocupar la portada de la revista Time a convertirse en el "descuidado Steve", como recientemente lo ha bautizado el presidente estadounidense.
Ha sido un abrupto cambio de suerte.
A inicios de 2017, Bannon presumía sobre cómo él iba a supervisar nada menos que la "deconstrucción del Estado administrativo" y encabezaba un nuevo populismo conservador, uniendo a estadounidenses de clase trabajadora con evangélicos conservadores para establecer una duradera mayoría gobernante.
Luego de ser obligado a abandonar la Casa Blanca a mediados de agosto, él prometió lanzar un movimiento que intentaría desalojar de sus curules a aquellos senadores republicanos que percibía como no suficientemente leales a Trump y a sus políticas nacionalistas.
El primer candidato al que apoyó fue Roy Moore quien, después de verse inmerso en un escándalo sobre supuestos abusos sexuales, se convirtió en el primer senador republicano en 25 años en perder su puesto ante un candidato demócrata en la profundamente conservadora Alabama.
Esa derrota puede haber sido el inicio del fin de la influencia de Bannon. Si hay algo que Trump no tolera es un perdedor y, efectivamente, el mandatario dio cuenta de esa derrota en Alabama en su feroz carta de rechazo a Bannon, tras la divulgación esta semana en la prensa de los primeros fragmentos de "Fuego y Furia".
Basta con agregar que Bannon dirigió duros insultos personales contra Trump y su familia -llamando a su hija Ivanka "idiota como un ladrillo" y señalando que su hijo Donald Trump Jr y el marido e Ivanka, Jared Kushner, podían haber cometido traición al reunirse con los rusos durante la campaña presidencial- para que su suerte quedara sellada.
Hay informaciones que señalan que la Casa Blanca indicó a sus seguidores que tendrían que elegir entre el mandatario y Bannon y, con mucha diferencia, ellos se han colocado del lado de Trump.
Rebekah Mercer, una rica benefactora de Bannon, emitió una declaración anunciando que ponía fin al apoyo que daba a sus esfuerzos políticos. Incluso hay informaciones que señalan que Bannon podría ser desalojado del imperio mediático conservador de Breitbart News.
Aunque la política estadounidense está llena de segundos y terceros actos, con la desaparición de sus apoyos financieros y su debilitada influencia, Bannon, de 64 años de edad, parece avanzar hacia el punto más bajo de su carrera. Si esta es una guerra entre Trump y Bannon, ya hubo una derrota.
Mitch McConnell - Ganador
¿Por qué sonríe este hombre?
Poco después de que el presidente emitiera su declaración diciendo que Bannon "perdió la cabeza". en la cuenta de Twitter de Mitch McConnell se publicó un pequeño video de este líder de la mayoría republicana en el Senado sentado en su escritorio y mostrando una amplia sonrisa.
No se añadía ningún texto. Tampoco hacía falta. McConnell había estado enfrentado de forma abierta con Bannon desde que este declaró que su objetivo para 2018 era verle despojado de su posición de liderazgo y lograr que sus aliados quedaran fuera del Senado.
Ahora McConnell parece haberse librado de esa molestia, mientras que los senadores republicanos que buscarán la reelección en 2018 -muchos de los cuales estaban mirando de reojo hacia su lado derecho en busca de potenciales o reales competidores respaldados por Bannon- están respirando con mayor tranquilidad.
Para los republicanos, estas elecciones de mitad de periodo de 2018 ya van a ser suficientemente difíciles de gestionar en un ambiente político que parece inclinarse hacia el lado de los muy motivados votantes demócratas.
https://twitter.com/Team_Mitch/status/948627440913604609
Si los republicanos tienen que gastar tiempo y esfuerzos en defenderse de competidores que surjan en las primarias o si candidatos alternativos terminan ganando esas primarias, como hizo Moore, y luego terminan quemándose bajo la presión de la elección general, entonces lo que parece un mal año para su partido se convertirá en algo mucho peor.
Para McConnell y sus fieles compañeros, esa posibilidad se ha hecho menos probable. Las sonrisas están más que garantizadas.
Donald Trump - Perdedor
Esta podía haber sido, quizás incluso, debió haber sido una semana muy buena para Trump.
El año nuevo marca el inicio de la aplicación de su reforma tributaria, aprobada con gran esfuerzo en diciembre. El índice de la bolsa de valores Dow Jones alcanzó los 25.000 puntos por primera vez en la historia, y las cifras de desempleo -aunque no tan impresionantes como se preveía- están saludablemente bajas.
Un puñado de grandes corporaciones han anunciado, al menos de forma temporal, que aumentarán los salarios de sus empleados, gracias a la nueva legislación fiscal.
Las predicciones de un desastre económico durante la presidencia de Trump parecen haber estado erradas, por lo que si los estadounidenses tienden a votar con el bolsillo todas estas deberían ser buenas noticias para el partido gobernante.
En lugar de ello, el presidente ha estado acosado por la divisiones internas.
Uno de sus aliados más próximos no solo dio credibilidad a la investigación sobre la interferencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016 a la que Trump ha calificado como "caza de brujas", sino que implicó en ello a familiares directos del mandatario.
"Fuego y Furia" dibuja el retrato de un presidente carente de toda preparación para ocupar ese cargo, un hombre al que sus más altos funcionarios tratan como a un niño, incapaz de concentrarse en nada que no le diera una "gratificación inmediata".
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/949498795074736129
El libro afirma que Trump podría sufrir de una capacidad mental reducida, con una tendencia a decir repetidamente las mismas cosas y, en ocasiones, con problemas para reconocer incluso a amigos cercanos.
No importa si estos señalamientos están completamente respaldados por una investigación o no, pues parecerán ciertos para los críticos de Trump y alimentarán la percepción de que no está preparado para su cargo.
En cualquier caso, esto ha sido una terrible distracción para una Casa Blanca y un Congreso que se enfrentan a un apretado calendario legislativo en las semanas próximas, por lo que cada jornada perdida en control de daños es un día que los republicanos no han podido usar para impulsar sus prioridades en temas como el presupuesto, la inmigración, la infraestructura, entre otros.
Breitbart News - Perdedor
Si Trump fue el gran ganador en 2016, justo detrás de él quedó el hasta entonces poco conocido sitio de internet Breitbart News, alineado a la derecha política, que se convirtió en la voz del movimiento nacionalista de Trump. Bannon su anterior y futuro jefe había conseguido un cargo destacado en la Casa Blanca y su influencia estaba en su punto más alto.
Ahora, sin embargo, Breitbart News se encuentra en una situación particularmente difícil. Su líder ha caído en desgracia con el presidente mientras sus reporteros y editores que cubren la disputa tienen que caminar sobre una línea delgada entre ambos.
La disputa ocurre, además, en un momento en el que han sido retados a explicar algunas de las decisiones del mandatario que se apartan de la ortodoxia económica populista (un recorte de impuestos que favorece a las grandes corporaciones no es exactamente una demanda de la clase trabajadora).
El sitio de noticias apostó fuerte por Roy Moore en diciembre, enviando periodistas a investigar elementos que potencialmente pudieran contradecir las acusaciones que han hecho algunas mujeres sobre supuestos abusos sufridos a manos del candidato republicano. Al igual que Bannon, Breitbart News también sufrió con la derrota de Moore.
Es posible que, en el futuro, se recupere, pero su ascendente trayectoria ha sido cortada en seco. Al menos por ahora.
Fox News - Ganador
Si Breitbart enfrenta dificultades en su camino para convertirse en la voz de los medios conservadores, Fox News es el rey absoluto. Cualquier avance del primero tendría que producirse a costa del último.
Así, si Breitbart se tropieza debido a sus problemas internos, Fox -el imperio informativo de Rupert Murdoch- es quien saca beneficio.
Murdoch, por cierto, juega un rol interesante en "Fuego y Furia". Antes de su último proyecto, Wolff escribió una por momentos controvertida biografía del multimillonario de origen australiano.
En muchos pasajes de "Fuego y Furia", Trump mira hacia Murdoch con deferencia y respeto pese a los altercados por la cobertura que Fox le daba durante la campaña para las primarias republicanas.
Ese sentimiento, de acuerdo con Wolff, no siempre es recíproco al punto que supuestamente Murdoch llegó a decir que el presidente era un "jodido idiota".
Dejando todo esto de lado, Fox News se ha ubicado como un aliado y como el medio más cercano a la Casa Blanca y el presidente -un leal espectador de numerosos programas de Fox- les corresponde citando con frecuencia a los programas y a las personalidades de esa cadena en sus tuits diarios.
Independientemente de que Bannon permanezca o no en Breitbart, probablemente él siempre permanecerá vinculado a ese medio en la mente de Trump. Dados los acontecimientos recientes, esto no es algo bueno.
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