¿Estás pensando en cambiar de trabajo? ¿Modificaste tu perfil de LinkedIn para hacerlo más atractivo a potenciales empleadores?
Corres el riesgo de que otras empresas noten los cambios y le avisen a tu jefe.
Éste es el escenario que LinkedIn dice querer evitar.
Sin embargo, un juez en San Francisco dictaminó que la red social profesional no puede impedir que otras compañías monitoreen y analicen sus millones de perfiles. LinkedIn cuenta con más de 400 millones de miembros.
El juez también ordenó a la red social retirar cualquier limitación técnicaque dificulte el acceso a sus perfiles públicos.
La compañía está considerando apelar, según información recibida por la BBC.
"Estamos muy decepcionados con el dictamen", señaló una vocera de LinkedIn.
"El caso no ha terminado. Continuaremos luchando para proteger el derecho de nuestros miembros a controlar la información que hacen disponible en sus perfiles".
"Bola de cristal"
El caso es un precedente interesante de cómo los datos que publicas en internet pueden ser monitoreados y usados por terceras partes.
La disputa comenzó en mayo, cuando LinkedIn envió una carta a la empresa HiQ Labs exigiéndole que dejara de rastrear perfiles en busca de datos.
Las operaciones de rastreo tienen lugar, según el sitio de HiQ, aproximadamente cada dos semanas.
HiQ Labs usa datos de LinkedIn y con ellos construye algoritmos capaces de predecir comportamientos de los empleados, como por ejemplo, cuándo renunciarán.
La compañía ofrece lo que describe en su sitio como "una bola de cristal que permite determinar tendencias y cambios de personal en el mercado de trabajo, así como una plataforma que te dice cómo y dónde enfocar tus esfuerzos".
La empresa no monitorea todos los perfiles en LinkedIn, sino solamente aquellos de empleados de compañías que contratan sus servicios.
Datos públicos
LinkedIn, que es propiedad de Microsoft, argumenta que usar sus datos para predecir cuando el personal de una empresa está pensando en abandonarla sería una violación de los términos y condiciones de la red social.
Esas acciones podrían violar además una ley estadounidense de 1986 sobre fraude y abuso en internet, US Computer Fraud and Abuse Act (CFAA), según argumentó LinkedIn.
HiQ Labs rechaza las acusaciones. En una sección de su sitio creada especialmente para discutir la disputa legal, esta empresa asegura que la información en los perfiles es pública.
"Es importante entender que HiQ no analiza las secciones privadas de LinkedIn", dijo una vocera de la compañía a la BBC.
"Sólo revisamos la información pública de los perfiles. Y no vendemos los datos. Solamente los usamos como base para los análisis que proveemos a empleadores".
"Además, LinkedIn no es dueña de los datos en los perfiles de sus miembros. Se trata de información que los miembros mismos han decidido hacer pública y está disponible para cualquier persona que tenga acceso a internet", agregó la vocera.
Libre competencia
Edward Chen, el juez que falló contra LinkedIn, basó su dictamen en los riesgos de restringir información pública en internet.
Chen señaló que la ley de fraude de 1986 no es aplicable porque sólo habla de acceso no autorizado a sistemas en los que la información no es pública.
El juez agregó que los creadores de la ley no podían haber tenido en mente hace décadas un escenario como el enfrentamiento entre HiQ y LinkedIn.
Chen también señaló que LinkedIn podría impedir la libre competencia si bloquea el acceso a la información en sus perfiles.
Visibilidad vs privacidad
El dictamen del juez de San Francisco deja a LinkedIn y a sus miembros en una posición complicada, según el periodista de la BBC Dave Lee, corresponsal de tecnología en Estados Unidos.
"Una de las grandes ventajas de LinkedIn es precisamente la gran visibilidad de la información", señaló Lee.
"Si estás buscando un trabajo quieres que tus potenciales empleadores puedan encontrar tu perfil fácilmente".
"Pero al mismo tiempo, no querrás que tus datos sean usados en formas que no imaginabas".
El fallo del juez Chen hace más difícil que los miembros de LinkedIn puedan disfrutar de las ventajas de la red social profesional sin correr los riesgos.
LinkedIn comparte cierta información con otras empresas, pero la diferencia es que lo hace dentro de los términos y condiciones aceptados por sus miembros, según dijo a la BBC un vocero de la empresa.
HiQ Labs y otras compañías similares, por otra parte, usan los datos de formas que los miembros de LinkedIn no pueden controlar.
La única forma de hacerlo, según Dave Lee, es que los miembros de la red social opten por perfiles privados.