Son los más veloces del mundo animal: la chita en tierra, el halcón en el aire y el pez espada en el mar.
¿Pero por qué son tan rápidos? ¿No deberían serlo, acaso, los animales más musculosos?
Esta es una pregunta que científicos se hacen desde hace años y, ahora, un equipo de investigadores desarrolló una teoría que explica por qué estos animales de tamaño mediano son los mejores atletas.
Según el nuevo modelo, la clave está en la energía que se necesita para acelerar.
Los animales grandes, dicen los investigadores, "agotan el combustible que se moviliza rápidamente antes de que su cuerpo alcance la velocidad máxima posible".
"Mientras que, en teoría, los animales grandes podrían ser los más rápidos, la energía y el tiempo que se requieren para acelerar sus grandes cuerpos les impide alcanzar la máxima velocidad", señaló Walter Jetz, investigador de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y coautor del estudio.
Tamaño óptimo
La teoría, detallada en la revista Nature Ecology & Evolucion, explica por qué los animales esbeltos y medianos están hechos para alcanzar grandes velocidades.
El modelo se aplica a todo tipo de animales, desde la mosca de la fruta hasta las ballenas, y puede servir para predecir la velocidad máxima de especies desaparecidas hace mucho tiempo, como por ejemplo dinosaurios.
Los cuerpos de los animales veloces, como el guepardo, evolucionaron primordialmente para cazar.
Tienen el tamaño óptimo para alcanzar una velocidad máxima.
Acelerar requiere mucha energía, y los músculos solo pueden funcionar a semejante intensidad por un corto período de tiempo.
Por esta razón, un elefante nunca podrá superar a una chita: la energía para acelerar (que involucra respiración anaeróbica) se le acabará antes de que pueda alcanzar su máxima velocidad teórica.
Esta información les permitirá a los científicos entender mejor la ecología y el comportamiento de las especies, incluyendo su dieta, hábitos de caza, migración y busca de pareja.