Han sido vistos entre rejas dentro de almacenes y en tiendas de campaña en medio del desierto.

Son inmigrantes menores de edad que fueron separados de sus padres cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos.

Desde mayo, el gobierno estadounidense ha separado a 2.300 hijos de 2.200 padres en el marco de la política de "tolerancia cero", una controvertida campaña lanzada por Trump contra la inmigración.

Pese a que el presidente revocó esta política -en medio de un aluvión de críticas-, sigue sin saberse dónde están exactamente los niños y cómo van a ser reunificados con sus familias.

La primera dama, Melania Trump, visitó este jueves un centro de detención para migrantes menores de edad en Texas y dijo querer ayudarlos a volver con sus padres.

No obstante, políticos y organizaciones no gubernamentales denuncian la falta de información sobre la situación de los niños y su futuro.

Las primeras imágenes

Las fotografías de adolescentes, la mayoría varones, en celdas de un centro de detención en McAllen (Texas) fueron la primera información en aparecer sobre la ubicación de los menores de edad separados de sus familias.

Las autoridades difundieron estas imágenes hace una semana después de permitir que algunos periodistas visitaran los centros.

Las fotos generaron polémica por las condiciones de su detención e hicieron surgir más preguntas sobre dónde estaban siendo detenidos los bebés y las niñas.

Las autoridades sostienen estar ocupándose de los niños en instalaciones adecuadas y con personal capacitado.

Han dicho que el limitado acceso a estos lugares se justifica para proteger a los menores de edad.

Pero decenas de madres han denunciado a través de ONG y abogados no tener idea del sitio preciso en el que están sus hijos ni quién los cuida.

Tampoco se sabe cuántos niños ya fueron reunificados con sus padres, ni cuántos padres han sido deportados mientras sus hijos permanecen en Estados Unidos.

"Esto es un caos"

La situación de los niños separados de sus padres ha sido señalada como "caótica y confusa" por parte de organizaciones que velan por los derechos de los inmigrantes.

"No sabemos qué tipo de registros están haciendo ni a dónde exactamente los están llevando", le dijo a BBC Mundo Michelle Brané, directora de la ONG Comisión de las Mujeres Refugiadas (Women's Refugee Commision, WRC).

Según varias organizaciones, las instalaciones que cuentan con licencias para custodiar a menores de edad por plazos cortos están superando su capacidad.

BBC Mundo preguntó al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) sobre la situación de estos niños, pero no recibió respuesta inmediata.

Poco se sabe sobre dónde están los bebés, aunque una investigación de la agencia de noticias AP encontró que el gobierno instaló "al menos tres refugios" para niños menores de 13 años en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas.

Según el reporte, "muchos" de los que permanecen allí "tienen menos de 5 años y algunos son tan pequeños que no han aprendido a hablar".

Además de los activistas, autoridades locales tanto del Partido Demócrata como del Republicano denunciaron este jueves "falta de transparencia" por parte del gobierno federal.

El alcalde de Nueva York, el demócrata Bill De Blasio, se mostró "impactado" al enterarse de que un centro de su ciudad recibió a 239 niños separados de sus padres "sin el conocimiento de las autoridades".

¿Qué pasará con ellos?

Pese a que Trump revocó el miércoles la práctica de separar familias, no está claro qué pasará con los niños que ya están alejados de sus parientes.

Tras la orden del presidente, funcionarios dieron declaraciones contradictorias.

Un empleado del HHS dijo que no habría un esfuerzo especial para reunificar a las familias que ya estaban separadas.

Más tarde, otro funcionario lo corrigió al decir que "no se había explicado bien".

Este jueves, por su parte, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que está tomando "acciones inmediatas" para implementar la orden de Trump y reunificar a las familias.

Según las directrices del gobierno, los niños deben ser reubicados con sus padres, familiares o en una casa de acogida tras una estadía de no más de 20 días en un centro de detención.

Las autoridades también proporcionan una línea telefónica a los padres detenidos para que localicen a sus hijos, aunque ha habido denuncias de que la comunicación falla a menudo.

El temor

El gobierno ha manifestado estar "entendiendo la experiencia de reunificar a los niños con sus padres tras la adjudicación", según dijo el martes Steve Wagner, un funcionario de alto rango del HHS.

Esto es algo que preocupa a organizaciones, que temen que muchos niños permanezcan separados de sus padres por tiempo indefinido.

"Separarlos es sencillo pero reunificarlos es un verdadero reto y este gobierno no parece estar ni de cerca preparado o dispuesto", dijo Michelle Brané, de WRC.

La experta en inmigración advierte que padres e hijos podrían ser deportados en momentos diferentes o los menores de edad podrían acabar quedándose en Estados Unidos.

Concordó con ella John Sandweg, exdirector en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en una entrevista con The Atlantic.

"Honestamente, el HHS se demora semanas en localizar a un familiar de alguien. Mientras más joven es el niño, es más difícil", dijo.

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