Si 2014 se te pasó volando y no llegaste a hacer todo lo que te propusiste, este año será más generoso contigo: te dará más tiempo para cumplir tus objetivos. Al menos, un poquito más generoso.
Sucede que 2015 será más largo que el año anterior. Aunque no por mucho: tendrá un segundo adicional, según anunció hace pocos días el Servicio Internacional de Rotación Terrestre (IERS) cuya sede se encuentra en el observatorio de París, Francia.
Este segundo adicional se agregará durante la medianoche del 30 de junio. Los segundos intercalares o adicionales, como se conoce a estos segundos que de tanto en tanto se añaden en nuestro calendario desde que se introdujeron por primera vez en 1972, cumplen la función de mantener sincronizados a los relojes atómicos -que son los de mayor precisión para medir el tiempo- con la rotación de la Tierra.
Mientras que el tiempo atómico es constante, la velocidad de la rotación de la Tierra fluctúa.
"La Tierra ha estado rotando (sobre su eje) más lentamente", le explica a BBC Mundo Daniel Gambis, director del IERS . "Esto se debe a las fuerzas que ejercen el Sol y la Luna, y a la fricción provocada por los vientos y las mareas".
Esta disminución en la velocidad de rotación hace que se desvincule el tiempo astronómico del tiempo atómico y por eso, esporádicamente, surge la necesidad de sincronizar los relojes, añade Gambis. El 30 de junio de 2015 será la vigésimo sexta vez que se agrega un segundo desde que se adoptó la medida.
La última vez que ocurrió fue en 2012 y trajo una serie de problemas: se retrasaron más de 400 vuelos de la aerolínea australiana Qantas y varias páginas de internet de alto perfil como Mozilla, Reddit, Gawker, LinkedIn y Yelp vieron sus servicios interrumpidos. Sin embargo, más allá de algunos problemas menores en algunos sistemas técnicos, el cambio no afectará en lo más mínimo la vida cotidiana.
Pero entonces, si la adición de un segundo extra resulta prácticamente imperceptible, ¿porque el tema -al menos entre los expertos- genera polémica? No hay que perder de vista la importancia de un segundo, le dice Gambis a BBC Mundo. "En un segundo, un satélite puede avanzar siete kilómetros", por ejemplo. Por otra parte, "distintas comunidades tienen distintas ideas", añade.
A favor y en contra
Mientras que algunos de los 170 países representados en la Unión Internacional de Telecomunicaciones, como Estados Unidos, Francia, México o Japón, quieren acabar con el segundo intercalar y dejar que los relojes atómicos se alejen naturalmente de los parámetros para medir el tiempo basados en la rotación del planeta, otros como Rusia o Reino Unido prefieren continuar con este sistema.
Quienes están a favor de eliminarlo sostienen que separar los dos conceptos supone una mejora para las aplicaciones que requieren un nivel elevado de precisión y que la única razón para mantener este sistema es la tradición, entre otras cosas.
Los que favorecen el estatus quo argumentan que el sistema funciona, que representa un compromiso entre las dos formas de medir el tiempo y que no existe una razón de peso para adoptar una medición del tiempo que no esté vinculada a la rotación de la Tierra.
Gambis está a favor de que se mantenga. "Hay un famoso proverbio inglés que dice: si no está roto, no lo arregles. Es decir, si este sistema funciona, no veo por qué cambiarlo".