Las autoridades sanitarias ya confirmaron el primer caso por virus Hanta registrado este verano. Se trata de un adulto mayor de 74 años, que se encontraba en la región de Los Ríos.

En cuanto al balance oficial, el año pasado se registraron 54 casos de contagios de hanta a nivel país. Del total, 17 de estas personas fallecieron. Trece de estos casos correspondió a la Octava Región y sólo dos a la Provincia del Biobío.

Considerando este escenario, en temporada estival los chilenos deben considerar las acciones a través de las cuales pueden prevenir contagiarse del virus mortal.

Lo primero que se debe tomar en cuenta, es que el simple contacto -directo o indirecto- con la saliva, la orina o los excrementos frescos o secos dejados por roedores infectados, puede gatillar el contagio cuando se está en un ambiente urbano o rural con abundante vegetación, hierbas, granos y frutos silvestres que son especialmente atractivos para los ratones de cola larga que portan el virus. 

Estas son las claves que entregan los expertos de la Mutual de Seguridad CChC, al respecto:  

Actividades riesgosas

Limpiar el hogar: Tanto dentro como por fuera, dado que puede convertirse en un espacio de riesgo, es caso de que ratones de cola larga vivan y aniden en ella también, especialmente en lugares con un clima más frío.

Apertura y limpieza de lugares sin uso: Es fundamental abrir y limpiar las bodegas, techos y otras construcciones que han estado cerrados o sin uso durante un largo periodo durante el otoño, invierno o primavera representan un riesgo potencial para contraer la infección, especialmente en sectores rurales.

Trabajar al aire libre: Labores como la construcción, la agricultura e, incluso, el control de plagas están mayormente expuestos al contagio del virus Hanta.

Acampar e ir de excursión: Sobre todo en vacaciones de verano, las personas pueden resultar infectados de entrar en contacto con desechos de los roedores.

Métodos de prevención:

En zonas rurales:   

1. Mantener las malezas y pastizales cortados a ras de suelo y despejado de desechos y escombros en un radio de 30 metros alrededor de la vivienda.

2.Usar guantes y mascarillas al desmalezar, cortar o manipular leña y a la hora de asear espacios.

3.Cuidar los animales que protegen de los roedores, como culebras, zorros o lechuzas.

4.Ventilar por 30 minutos antes de ingresar a cualquier lugar como bodegas u otras construcciones que haya permanecido cerradas por largos periodos.

5.Rociar agua con cloro o detergente antes de barrer o limpiar.

6.Sellar con planchas de lata -pegadas y clavadas-, con cemento u otro material firme las aberturas que tengan un diámetro igual o mayor a medio centímetro, en escuelas, galpones, viviendas y bodegas.

 En zonas de camping:

1.Hacerlo sólo en lugares habilitados, donde no se advierta presencia de roedores y en carpas con piso.

2.Para cocinar, lavar platos y lavarse los dientes utilice agua embotellada, desinfectada con cloro o hervida.

3.Es recomendable mantener protegidas y tapadas las fuentes de abastecimiento de agua, como norias, pozos o recipientes.

4. Asegurarse que no hayan aberturas con un diámetro mayor a medio centímetro en carpas. De ser así, enmendar o decididamente cambiar su equipamiento.

5. Guardar la comida en recipientes herméticos o sellarlos al vacío es una buena opción para evitar atraer a los ratones.

6. Preocuparse de que las bolsas de basura estén bien cerradas.

7. No acumular vajilla sucia durante muchas horas o días. 

Al interior de las casas:

1. Mantener alrededores limpios de restos de alimentos.

2.  Desratizar y sellar su vivienda y bodega.

3. Cortar a ras de suelo arbustos y matorrales cercanos.

4.  Mantener la basura en recipientes con tapa. No botarla en la calle o en sitios eriazos.

5. Conservar los alimentos en envases resistentes y con tapas.

6. Higienizar las superficies de baños y cocina rociando agua con cloro.

7. Mantener ventilado e iluminado naturalmente, cuando se pueda, la casa. El virus no resiste la luz solar.

Formas de contagio

1. Por contacto directo: Aunque es un tipo de contagio menos común, el simple contacto con un roedor infectado o su mordedura puede gatillar el contagio cuando se está en un ambiente urbano o rural con abundante vegetación, hierbas, granos y frutos silvestres, que son especialmente atractivos para estos ratones de cola larga.

2. Por vía aérea: Exponerse a un ambiente en el que haya orina fresca, excrementos frescos o secos, saliva e, incluso, restos de su anidación puede provocar el contagio. En el caso de la orina, basta que el área que la contiene se agite un poco para que pequeñas gotitas entren en contacto con el aire, facilitando el contagio.​

3. Por tacto: De acuerdo al Centro de Control y Prevención de Enfermedades del Gobierno de Estados Unidos, algunas investigaciones señalan que el virus también se puede contraer con el simple hecho de tocar algún objeto que esté contaminado con orina, excrementos o saliva del roedor, y luego tocarse la boca o nariz.

4. Por vía digestiva: Otros estudios también consideran que las personas pueden infectarse al comer alimentos contaminados por orina, excrementos o saliva de ratones de cola larga contagiados.

Síntomas:

Los expertos de la Mutual de Seguridad CChC, advierten que tras el contagio del virus Hanta gatilla un cuadro clínico llamado Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus, que genera los siguientes síntomas:

1. Pueden aparecer 45 días después del contagio: Se asimilan a los de un cuadro gripal, con fatiga, fiebre alta, escalofríos, dolores osteomusculares, dolor de cabeza, síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos,  dolor abdominal y dificultad respiratoria.

2. Reacciones posteriores: Entre el cuarto y el décimo día después de los primeros síntomas de la enfermedad, aparecerán los síntomas secundarios. Estos incluyen una fuerte tos y una aún más intensa dificultad para respirar.

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