De una lista de 29 ex ministros de salud que han ejercido su cargo en Chile, Helia Molina representa a la tercera mujer que toma este cargo, luego de Michelle Bachelet (quien lo asumió en el año 2000) y de María Soledad Barría (2006-2008).

Su renuncia se genera en medio de una polémica sobre la discusión respecto de la despenalización del aborto, que no sólo pone en jaque a los parlamentarios para votar el proyecto de Ley a mediados de enero: Los médicos desde todas las agrupaciones gremiales, han manifestado que ni siquiera ellos pueden tomar una postura definida al respecto, aludiendo a que “cada caso debe analizarse por separado”, permitiendo que los facultativos ejerzan su derecho a guardar el “secreto profesional” de sus pacientes.

Pero no es primera vez que la ex Secretaria de Estado hace noticia por confesiones en lenguaje coloquial. En materia de análisis, los primeros titulares sobre Molina, hicieron referencia a “un ministerio de puertas abiertas”, a través del cual ella planteó querer tener una relación más cercana con los trabajadores de la salud y de esta forma, acoger sus demandas.

Lo que también generó ruido y noticia, fue la constitución de un equipo asesor que acompañó a la médico pediatra, durante sus nueve meses de ejercicio ministerial. Han sido Enrique Accorsi (PPD) y Julio Sarmiento (PC), quienes encabezaron el grupo de apoyo para Molina, tanto en materia política como sanitaria. 

Salubrista pública

Helia Molina siempre fue considerada como una carta potente en materia de conocimientos técnicos, siendo respaldada por sus pares y la presidenta, como una destacada especialista en salud pública.

Su currículum anterior al de Secretaria de Estado, también incluye su participación en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle: Desde 1995 a 1999 asesoró al Ministerio de Salud en Atención Primaria y Promoción de la Salud.

En 2006 integró además, el Consejo de Infancia creado por la Presidenta Bachelet. Fue jefa desde 2006 a 2010, de la División de Políticas Saludables y Promoción en la Subsecretaria de Salud Pública del Minsal.

Entre 2008 y 2010, Molina asumió incluso, como secretaria ejecutiva de la Política de Protección Social de la Infancia Chile Crece Contigo.

Pero su carrera se ha desarrollado mayormente en las aulas y en las instalaciones de centros asistenciales públicos, no desde un sitial político.

Asumió su cargo como ministra, mientras se desempeñaba como profesora de Salud Pública en el Departamento de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y durante más de diez años,  desarrolló actividades docentes en la Unidad Docente Asociada de Pediatría de la PUC, en el Hospital Sótero del Río.

Las 3 frases que marcaron el paso de Molina

1. “No soy muy tecnológica”

A pocas semanas de que la  ministra asumió su cargo, fue citada por la Cámara para analizar los proyectos sobre despenalización del aborto terapéutico que se discutían en el congreso.

Pero la visita de Molina al Congreso, concluyó con un negativo impass:

La Secretaria de Estado abrió la conversación preguntando al diputado Marco Antonio Núñez (PPD): “Entiendo que hay tres proyectos. ¿Estoy bien en el número?

Entonces el parlamentario debió aclararle que  “la verdad es que son dos. En el senado también hay tres”.

La ministra, preguntó entonces si “podría tener acceso a ellos”, a lo que Núñez respondió: “Ya los tiene, se los mandamos al mail”.

“¿Me lo mandaron?”, manifestó Molina sorprendida.

La titular de Salud argumentó que le interesaba “leerlos y estudiarlos”, pero se excusó luego: “Es que yo no soy muy tecnológica”.

2. “Un probable caso sospechoso”

En octubre, los casos por virus Ébola marcaron la pauta internacional, generando un pánico evidente en la población.

Fue cuando Helia Molina debió enfrentar a toda la prensa nacional, para descartar el caso de un chileno que se encontraba hospitalizado en el centro asistencial Barros Luco y que  venía llegando de Guinea Ecuatorial (África).

La ministra aseguró entonces que se debía mantener la calma porque sólo se trataba de  un “probable caso sospechoso por ébola” y que por ello se aplicó el protocolo de aislamiento correspondiente en aquel hospital.

Se trata de una frase que pareció “poco clara” a la audiencia y los medios, desde donde fue criticada.

3. “La línea de gobierno la represento yo, no una subalterna”

La discusión por reformar el sistema de Isapres,  marcó los nueve meses de gestión de Molina.

En medio de este escenario, antes de que se tomaran decisiones al respecto, la directora del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) Jeanette Vega, manifestó que debería crearse un fondo único solidario y eliminar a las Isapres.

Tras esta confesión, Molina comentó a los medios que ella “no puede censurar a las personas” y que Vega tenía el derecho a manifestarse. Pero luego indicó: “La línea de gobierno la represento yo, no una subalterna”.

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