El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rindió tributo a los cientos de manifestantes por los derechos de los afroamericanos que fueron brutalmente reprimidos por la policía hace 50 años en la localidad de Selma, Alabama.
“Nos reunimos aquí para honrar la valentía de los estadounidenses dispuestos a soportar macanas, castigos, gases lacrimógenos y a ser pisoteados, hombres y mujeres que a pesar de que corriera la sangre permanecieron fieles a la Estrella del Norte para seguir marchando hacia la justicia”, dijo el presidente Obama en Selma, donde una multitud lo aguardaba, consigna Univisión.
Desde el icónico puente Edmund Pettus Bridge, donde tuvo lugar el grueso del incidente, Obama alabó el valor de los estadounidenses que demostraron que la protesta pacífica puede servir para provocar cambios.
Obama dijo que la marcha contra el racismo no ha terminado y que el país necesita más igualdad.
Las imágenes de la brutal represión en 1965 cambiaron la opinión del público estadounidense y facilitaron el camino a la Ley del derecho al voto que sirvió para garantizar que la población afroestadounidense pudiera ejercer su derecho al voto.