Luego de que ayer fuera noticia el duro altercado que protagonizó el pastor Javier Soto, tras haberse aprobado en general el proyecto de AVP, esta mañana las Iglesias Evangélicas emitieron una declaración en que se desmarcan de él. 

La publicación, firmanda por Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas", afirma que "el mundo evangélico, no comparte en ningún caso las manifestaciones de violencia verbal o física. Estas son contrarias a la libertad de opinión y de conciencia".

"Creemos legítimo tener diferencias sobre un tema en particular. Esta legitimidad, no  permite  a nadie pretender imponer conciencia, valores y religión a punta de amenazas del infierno y la condenación eterna.  Este tipo de proceder, nos remota a las acciones de la edad media en donde el oscurantismo y la intolerancia llevo a millones a la hoguera", agrega. 

A la par, precisa que "los evangélicos, pedimos respeto para todas las personas, al margen de su condición y pensamiento".

"Rechazamos de la forma más categórica la discriminación, el acoso y fanatismo religioso inspirado en la intolerancia. En este sentido creemos importante que la sociedad en su conjunto  se protejan de estos brotes de incitación al odio", finaliza el documento.  

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