Las autoridades de Vietnam decidieron enterrar a miles de gatos -incluyendo a varios vivos-, luego de interceptar a un camión que los transportaba desde China para el comercio ilegal de su carne.
Los gatos estaban hacinados dentro de un camión en cajas de bambú, conteniendo tanto a animales vivos como a otros enfermos o muertos, y sumando en total unas tres toneladas de peso.
En Vietnam, la carne de gato es conocida como "pequeño tigre" y apreciada pese a estar oficialmente prohibida.
En ese sentido, el conductor del camión reconoció que los gatos fueron comprados en China para vender su carne en diversos restaurantes.
Según la misma ley vietnamita, los materiales de contrabando deben ser destruídos, y además considerando motivos de higiene, las autoridades intentaron justificar la cuestionada decisión.