El ex presidente de Egipto, Hosni Mubarak, volverá a ser juzgado por el único caso de corrupción por el que está detenido en un hospital. Esto después de que el Tribunal de Casación anulara el martes una condena a tres años de cárcel.
En noviembre, un tribunal ya había abandonado los cargos contra él por la muerte de manifestantes durante la revuelta popular de 2011, que le había valido una cadena perpetua en primera instancia.
Pero el ex mandatario, que dimitió en febrero de 2011 después de 30 años en el poder, seguía detenido en el hospital militar de El Cairo por un caso de corrupción.
Ninguna fuente judicial explicó si el dictamen del Tribunal de Casación supone la puesta en libertad de Mubarak. Su abogado, Farid al Deeb, afirmó a la AFP que es el caso porque, según él, su cliente ya "purgó la pena" de tres años de cárcel.
AFP