El Carabinero Sebastian Zamora fue imputado por el delito de homicidio frustrado debido a la caída de un joven de 16 años desde el puente Pío Nono hasta el lecho del río Mapocho el pasado viernes 2 de octubre, en el marco de nuevas protestas sociales en el centro de Santiago.
El ex Carabinero, que fue dado de baja por no informar que portaba una cámara propia, externa a la de la institución, señaló en una entrevista a El Mercurio que aquella jornada “fue el peor dia de mi vida, jamás pensé estar en una situación como esta”.
“Mi trabajo ese día era sólo ayudar a mantener el orden público en la calle. Siento mucha pena por lo que pasó. Esto fue un accidente que nos involucró a dos jóvenes chilenos ese día, por cosas del destino, nos vimos enfrentados”, cuenta Zamora.
El ex Carabinero señaló, sobre el momento en que cayó el joven de 16 al lecho del río que “No podía creer que se había caído. Chocamos, y como veníamos los dos corriendo muy rápido, la fuerza y la velocidad que traíamos hizo que cayera” y agrega que “al él le diría que nunca, nunca jamás quise empujarlo para que se cayera, mi trabajo era solo detenerlo por los destrozos que se estaban realizando ese día”.
Sebastián Zamora cuenta que está contento, ya que recibió la noticia que el joven está fuera de la clínica y recuperándose, “al menos eso es una buena noticia”, expresa.
Zamora señala que en lo personal le tranquiliza que han aparecido pruebas que muestran que el hecho fue un accidente pero que no entiende que “se quieran inventar cosas en mi contra solo por ser Carabinero”. Dice que le preocupa su familia: “Ellos están unidos apoyandome, no tienen la culpa de nada y los han estado amenazando”.