La justicia alemana aceleró el lunes el procedimiento hacia un juicio penal por el "diéselgate" inculpando por fraude al expresidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, y otros cuatro responsables del fabricante por trucar millones de coches diésel para falsear las mediciones de contaminación.
Winterkorn fue inculpado por "fraude" y "violación de la ley de contra la competencia desleal", indicó la fiscalía de Brunswick.
Winterkorn no reaccionó de momento. Su ex empleador estimó por su parte que se trataba del resultado "de investigaciones contra individuos en los que Volkswagen no desea pronunciarse".
La fiscalía no divulgó la identidad de los otros cuatro inculpados ni sus funciones pasadas o presentes en Volkswagen.
El expresidente de Volkswagen a cargo de la empresa cuando estalló el escándalo en septiembre de 2015, "no divulgó, cuando tuvo conocimiento" el 25 de mayo de 2014 "a las autoridades y a los clientes en Europa y Estados Unidos las manipulaciones ilegales de motores diésel", señaló la fiscalía en un comunicado.
Se le reprocha asimismo que debería haber dimitido por el escándalo y de "no haber impedido la venta de coches equipados con programas" capaces de falsear los niveles de contaminación.
El grupo está acusado de haber procedido "con el aval de Winterkorn" en noviembre de 2014 una actualización "inútil" de un programa para "continuar disimulando" el fraude.
El gigante de doce marcas admitió en 2015 haber equipado 11 millones de coches con programas capaces de falsear el nivel de emisiones.
29.000 millones de euros
Volkswagen indicó en 2016 que su expresidente fue advertido a través de un "memo" de mayo de 2014 sobre las irregularidades de los niveles de emisiones en Estados Unidos.
Por otra parte, Martin Winterkorn, ingeniero, al frente de Volkswagen entre 2007 y 2015, se ufanaba por conocer "cada tuerca" de sus modelos.
En Estados Unidos, en donde Volkswagen se declaró culpable de fraude y obstrucción a la justicia, ocho actuales y exdirigentes de la empresa, entre ellos Winterkorn, fueron procesados por "fraude" y "conspiración".
Volkswagen sostiene en cambio que un puñado de ingenieros organizó el engaño sin que lo supiesen sus superiores, y que las informaciones conocidas por los dirigentes no los obligaba a informar al mercado.
Hasta ahora el "diéselgate" costó a Volskwagen unos 29.000 millones de euros en llamadas a revisión de coches y procedimiento judiciales.
La mayoría de este monto se pagó en Estados Unidos. En Alemania se contabilizaron el año pasado dos multas por 1.800 millones de euros.
En Alemania se inició un juicio gigante de accionistas y otro se perfila luego de una investigación que ya suma a más de 410.000 clientes.