"Una nueva tarjeta de crédito creada por Apple, no por un banco".
Así es como la compañía de Cupertino, California, presentó este lunes un producto que despierta críticas y entusiasmo a partes iguales: Apple Card, su primer servicio financiero.
Para desarrollarlo se asoció, paradójicamente, con dos de las mayores compañías financieras del mundo: el gigante de Wall Street Goldman Sachs (uno de los mayores grupos de inversión del planeta) y MasterCard (la marca líder de tarjetas bancarias).
Sin embargo, Apple promete no parecerse a los grandes bancos.
"Vimos una oportunidad de transformar un método de pago: la tarjeta de crédito; todos la necesitamos... pero hay cosas que podrían ser mucho mejor. ¡Nosotros vamos a cambiar la experiencia completa!", proclamó Tim Cook, director ejecutivo de la compañía, entre los aplausos de los asistentes al evento.
Según Cook, será el mayor cambio en pagos con tarjeta en 50 años.
Se trata, según Apple, de"un nuevo tipo de tarjeta de crédito" que "lo reformula todo" sobre este tipo de sistemas de pago y que ofrece"simplicidad, transparencia y privacidad".
Se basa en"la increíble facilidad y seguridad" de Apple Pay (un servicio de pago móvil que lanzó en 2014 y que usan millones de personas), explica en su sitio web.
"Puedes comprar cosas sin esfuerzo con tan solo tu iPhone", promete. "Sabrás mucho más sobre tus gastos con tan solo un vistazo".
Sin embargo, lo más revolucionario de la tarjeta es el "nuevo nivel de privacidad y seguridad", un tema en el que muchas compañías tecnológicas -incluyendo a la misma Apple- han tenido problemas.
"Un nuevo nivel de privacidad"
Si la cuestión de la privacidad es lo más original de la nueva tarjeta de Apple es porque "es algo cada vez más raro en el mundo digital", explica el periodista financiero John Detrixhe en un análisis para Quartz.
"Cook ha dado esquinazo a sus rivales en lo que respecta a privacidad de datos, aprovechando cada oportunidad de realzar el modelo de negocios centrado en el iPhone de Apple, que se destaca en un mundo en el que la información personal alimenta en gran parte la economía digital", escribe Detrixhe.
"Eso puede proporcionar un reclamo de venta frente a empresas como Facebook y Google que, por cierto, tienen sus propios servicios de pago y prometen menos cosas en cuanto a privacidad".
Apple dice que no sabrá dónde compran sus clientes, cuánto pagan o lo que compran, y que Goldman Sachs usará los datos personales de los clientes para hacer funcionar la tarjeta, pero no los venderá a terceros ni a compañías publicitarias.
La empresa asegura que su primera tarjeta virtual ?que también existe en formato físico? ofrece "el poder de un iPhone en una tarjeta de crédito" y que no tiene comisiones de ningún tipo.
También señala que ofrecerá más protección de privacidad que cualquier otra tarjeta de crédito.
En su sitio web, explica que Apple Card "está diseñada para garantizar que tú eres el único que puede usarla".
Para ello, integra "las tecnologías avanzadas" de Apple Pay ?Face ID, Touch ID, códigos de transacción únicos? y la tarjeta física no tiene números, ni en la parte frontal ni en el dorso, "lo cual te aporta un nuevo nivel de seguridad", señala Apple.
"Es difícil robar el número de una tarjeta de crédito cuando no puedes verlo", argumenta la tecnológica.
Pero, ¿bastará eso para convencer a sus clientes de que es la tarjeta más segura?
"Tal vez la mayor preocupación de los clientes tenga que ver con la privacidad", escribió Ryan Gould en el sitio financiero Capital.com.
No es el único que lo piensa.
Los riesgos
La promesa de esa privacidad y seguridad es importante, según Detrixhe, porque el uso del dinero efectivo sigue siendo la forma más segura de garantizar la protección total de nuestros datos.
No obstante, "el crecimiento constante de los pagos digitales ha hecho que las transacciones sean menos privadas y más susceptibles a la censura", continúa el analista.
"Dando un paso más allá, sucesos recientes como el escándalo de Cambridge Analytica en Facebook han demostrado que la recolección de datos personales puede plantear riesgos para la sociedad", recuerda Detrixhe.
"La privacidad no ha sido un gran argumento de venta para los consumidores", añade el especialista. "Y el acceso de Goldman a los datos muestra que las transacciones todavía no serán tan privadas como en el viejo mundo de los billetes y las monedas".
Otro punto que se cuestiona es el hecho de que los datos se quedan almacenados en el iPhone.
Va en consonancia con el lema de la compañía: "lo que pasa en tu iPhone, se queda en tu iPhone". Sin embargo la firma no fue siempre inmune a problemas de seguridad.
Una falla de servicio causó graves problemas en FaceTime a finales de enero, y acaba de verse obligada a gestionar 50 vulnerabilidades en su software más reciente, iOS 12.2.
Y, finalmente, está la cuestión de que la relación entre Apple y sus socios (Goldman y MasterCard) plantea ciertos "riesgos reputacionales" para la compañía, según le contó Jim Miller, director de servicios bancarios en JD Power & Associates, al sitio tecnológico Computerworld.
"A un cliente de Apple podrían denegarle una tarjeta por problemas de crédito. Puede que le cobren comisiones por pagos atrasados en sus tarjetas de crédito y que acumule deuda", explica Miller.
Y eso, advierte, podría terminar produciendo clientes descontentos.
Vivir a través del iPhone
"El anuncio de una tarjeta de crédito muestra hasta qué punto está preparada Apple de asegurarse que experimentamos la vida a través del iPhone", explica Dave Lee, corresponsal de tecnología de la BBC para América del Norte.
"Tal y como dijo (la presentadora del televisión) Oprah Winfrey [invitada al evento] sobre el escenario: (los dispositivos de Apple) 'están en miles de millones de bolsillos'".
Apple lanzará su tarjeta primero en Estados Unidos (este verano) y después a nivel global.
"Si el éxito de Apple Pay no lo sugería ya, el iPhone como cartera vino para quedarse", añade Gould.