No es con agua, la mejor forma de evitar la resaca es…
Lo sentimos, pero comerte el refrigerador entero o tomar muchos vasos con agua tras una noche de intensa bebida no mejorará el dolor de cabeza del día siguiente.
Así lo indica un estudio que llevó a cabo un equipo de investigadores de Holanda y Canadá con 826 estudiantes de la nación europea.
La conclusión, aunque es un poco evidente, es contundente: la única manera de evitar la resaca es beber menos alcohol.
Mejor prevenir que lamentar
Los autores de la investigación les preguntaron a los participantes que les dijeran cómo aliviaban los síntomas de la resaca, pero ni el agua ni la comida tuvieron un efecto positivo en el malestar del día siguiente.
Entre los 826 estudiantes, 54% comieron después de beber alcohol, incluyendo alimentos altos en grasas y desayunos fuertes, con la esperanza de ahorrarse la resaca.
Con el mismo objetivo, más de dos tercios de los participantes tomaron agua mientras ingerían alcohol y más de la mitad lo hicieron antes de irse a acostar.
Aunque estos grupos mostraron una ligera mejora en la forma cómo se sentían en comparación con quienes no habían tomado agua, no se registró una diferencia real en las resacas.
¿Verdad o mito?
Y si el agua no ayuda, ¿entonces qué lo hace?
Hay muchos consejos populares para evitar esa resaca, hachazo, cruda, ratón o guayabo, como se le conoce en diversos países de Latinoamérica.
¿Preparando al estómago con una hamburguesa, unas papas fritas, un pan con queso? ¿El hecho de comer antes de salir de fiesta puede realmente “absorber” los tragos que nos tomaremos?
Cada gota de alcohol que tomas terminará en tu sistema, la comida no las bloqueará. Sin embargo, ingerir una buena comida hará que el ritmo con el que el alcohol ingresa en tu cuerpo sea más lento, lo cual le da a tu hígado la oportunidad de desintoxicarse.
Eso se debe a que el alcohol primero va a tu estómago y después espera a que sea vaciado en el intestino delgado, donde es absorbido por tu sangre. Comer demora este vaciamiento del estómago al intestino porque el estómago primero tiene que descomponer y procesar los alimentos.
El orden no importa
“Cerveza antes del vino y estarás bien. Vino antes de la cerveza y te sentirás raro”, dice la sabiduría popular.
Pero contrario a lo que se cree, el orden con el que se escoge los tragos no hace ninguna diferencia a la hora de sufrir la temida resaca.
No importa cómo se envasa el alcohol, el etanol en las bebidas es el que lleva la sustancia dañina, la descomposición en derivados tóxicos es lo que hace que suframos después de beber.
Toma en cualquier orden, pero ten en cuenta que la cantidad total de etanol que ingieras es la que causará los estragos al día siguiente.
Agua entre tragos
Alternar el consumo de bebidas alcohólicas con tragos de agua es un consejo muy popular para combatir la deshidratación durante la mañana posterior a la fiesta.
Aunque las investigaciones indican que la deshidratación es rara vez la principal causa de las resacas, tomar agua es una buena recomendación.
Ingerir agua en cada ronda en el bar ayuda a frenar el ritmo con el que tomas tus tragos. Eso le da la oportunidad a tu cuerpo de procesar los derivados tóxicos del alcohol que ingieres, con lo que evitas que la mañana siguiente sea una pesadilla.
Evita bebidas oscuras
¿Tus resacas son peores cuando bebes vino rojo o bebidas espirituosas?
Científicos creen que podría haber un poco de verdad en esta queja común. Bebidas alcohólicas de color oscuro tienden a contener más congéneres, es decir, químicos como los taninos que se arrastran en la producción de alcohol y que a menudo contribuyen a darle sabor a la bebida.
Por ejemplo, el whisky Bourbon tiene 37 veces más congéneres que el vodka.
Mientras el etanol es la principal sustancia dañina en cualquier bebida, los congéneres pueden contribuir a la resaca porque son desintegrados en químicos tóxicos a medida de que son digeridos. Haber evitado bebidas oscuras la noche anterior, te hará sentir muy feliz en la mañana siguiente.
Un desayuno con grasas
Comerse algo frito en la mañana después de una noche de parranda es muy común, pero sus efectos positivos en la resaca es algo muy discutible.
Expertos aseguran que es muy poco probable que la causa de la resaca sean los niveles bajos de azúcar en la sangre.
Pero un desayuno caliente podría ser beneficioso.
Los huevos son ricos en aminoácido cisteína, que el hígado necesita para desintoxicar los derivados tóxicos del alcohol.
La cisteína es usada con mucha rapidez. Por eso su reposición podría darle un buen impulso al hígado.
Ese consejo viejo no es bueno
Ya sea con una cerveza, un Bloody Mary u otro trago, beber cuando la resaca nos ataca es un remedio muy antiguo.
Se basa en la idea de que tu cerebro está eliminando los efectos adormecedores del alcohol una vez dejas de tomar y al continuar bebiendo se despiertan tus sentidos y la resaca se intensifica.
Pero inundarlo con más alcohol simplemente retrasa el dolor y le da a tu cuerpo más toxinas para continuar a largo plazo. Los expertos no recomiendan esta práctica.
¿Pero qué es lo que te hace sentir tan mal?
- No es la deshidratación. Aunque pudiese contribuir a que se desarrollen síntomas como el dolor de cabeza o la resequedad de la boca, evidencia científica muestra que la baja hidratación no es la principal causa de la resaca.
- Las toxinas del alcohol. ¡Sí! Tu hígado transforma el alcohol en una sustancia química llamada acetaldehído, la cual es muy toxica.
- Bajos niveles de azúcar en la sangre. La evidencia no es contundente. Y si fuera verdad, es muy poco probable que el efecto fuera tan fuerte como para que se le culpe de los síntomas de la resaca.
- Mezclar bebidas alcohólicas. Probablemente sí, pues algunas bebidas alcohólicas contienen congéneres (sustancias químicas que les dan el sabor distintivo a las bebidas), los cuales pueden ser tóxicos y combinar bebidas significa que consumirás más de esas sustancias.
Este artículo fue publicado originalmente por BBC News Mundo en 2015.