Carla, la palta mutante y "aterradora" por la que se pelea una familia dominicana en EEUU
La protagonista de esta historia es una palta con nombre de mujer, tan suave que "puede usarse en vez mantequilla".
Al menos eso dice su patente, vigente desde 2006, que lo protege de una violación comercial por la que el pasado 10 de septiembre se instauró una demanda en el Tribunal del Distrito Sur de Florida, entre dos miembros de una misma familia.
La historia comienza un día de 1994, cuando un empresario llamado Carlos Antonio Castillo Pimentel, que alcanzó el rango militar de general de brigada, encontró un árbol con una característica particular en su finca del Valle del río Ocoa, en República Dominicana.
El árbol era de la variedad conocida como "guatemalteca", originarios de las zonas altas del país centroamericano. Sin embargo, por alguna mutación genética particular, ese árbol en específico lograba mantener los aguacates en sus ramas por más tiempo que los otros de su mismo tipo.
Esta característica le dio una idea a Castillo: si lograba reproducir ese árbol, podría cosechar aguacates hasta mayo e, incluso, si los regaba de manera apropiada, podrían permanecer en las ramas hasta junio.
Es decir: gracias al azar de la genética, había encontrado la oportunidad de poder vender aguacates entre febrero y mayo, cuando nadie más estaba en cosecha, porque los aguacates de la variedad de las indias occidentales suelen tener su pico de producción de julio a diciembre.
Un aguacate inusual
Con un peso promedio de 920 gramos, Carla contiene entre 8% y 13% de aceite, una cualidad que lo convierte en una aguacate con buen sabor, consistencia y un tamaño tres veces superior al Hass, el aguacate que controla cerca del 95% del mercado mundial.
"Enorme y aterrador [...] Parece un mango. Pero no es un mango", escribió el diario Metro en 2016, cuando la tienda Marks & Spencer empezó a comercializar aguacates Carla en Reino Unido.
Castillo cortó ramas de ese árbol, hizo injertos en su vivero, para reproducirlo de manera asexual, y multiplicó los ejemplares que, según su patente, si "no se hubiera descubierto y conservado, se habría perdido para la humanidad".
La disputa familiar
Luis Ramón Rodríguez, exministro de agricultura de República Dominicana, le dijo a BBC Mundo que, además de sembrar árboles de aguacate Carla en sus tierras, Carlos Castillo le regaló algunas "yemas" -o brotes de la planta, que se forman de manera habitual en la axila de las hojas- de los árboles a su hermano Manuel, que "empezó a propagarlas en sus plantaciones de Ocoa y de Calimete", en la frontera con Haití.
Los dos hermanos "trabajaron muy unidos cuando iniciaron sus fincas de aguacates en San José de Ocoa. Con el tiempo, ambos integraron sus producciones de manera vertical, añadiendo planta de empaque, y Manuel añadió además una procesadora para la fabricación de guacamole".
El exministro Rodríguez afirma que antes de morir en 2009, Carlos "creó su empresa llamada La Ocoeña, y don Manuel creó Macapi, que se desprende de su nombre".
Según la patente del aguacate Carla, expedida el 30 de mayo de 2006, Agroindustria Ocoeña S. A. (AOISA), propiedad hoy en día de los hijos de Carlos Antonio Castillo Pimentel, es el exportador exclusivo para Estados Unidos de Carla.
La empresa produce un total de 3.500 toneladas de aguacates Carla anualmente, equivalentes a cerca de 4,5 millones de aguacates. El vencimiento de la patente será en 2024, según le dijo a BBC Mundo Ury Fischer, el abogado que tramitó la patente de Carla y que defiende los intereses legales de AOISA en Estados Unidos.
La demanda
El 3 de agosto de 2012, Fischer le envió una carta a una empresa llamada Fresh Directions International (FDI), en la que decía: "AIOSA ha descubierto que Avocado Plus Incorporated, haciendo negocios como Fresh Direction International, ha estado importando aguacates de la variedad Carla en los Estados Unidos a través del Puerto de Miami".
Fresh Directions International es una de las cuatro unidades de negocio del Grupo Macapi, la empresa fundada por Manuel Castillo Pimentel, hermano de Carlos Antonio.
Además, en la carta se afirmaba que "posteriores análisis de ADN hechos al fruto de FDI importado a Estados Unidos confirmaron que el fruto importado por FDI es una contraparte idéntica del fruto que viene del árbol patentado".
En 2012, AIOSA esperaba resolver la situación de manera "amigable a través del pago retroactivo por la patente", según la carta.
Sin embargo, seis años después, el 10 de septiembre pasado, AIOSA demandó a Fresh Directions International, buscando el pago de un monto que "se determinará durante el juicio, con base en la cantidad de ventas hechas por FDI durante los últimos seis años, y la cantidad de ventas perdidas por AIOSA durante el mismo periodo por culpa de FDI", afirma Fischer.
"Además de la compensación financiera, AIOSA también reclama que el tribunal prohíba que FDI importe adicionales aguacates Carla a los EE.UU. en el futuro", complementa el abogado.
BBC Mundo contactó a Fresh Directions International en Miami, al Grupo Macapi y Agroindustria Ocoeña S. A. en República Dominicana, pero rechazaron dar declaraciones al respecto.