Aylan Kurdi, el pequeño sirio que intentaba buscar asilo en Canadá
Aylan Kurdi se ha convertido en el protagonista de una de las imágenes más impactantes del drama que enfrentan día a día los refugiados que deciden abandonar sus tierras en pleno conflicto y buscan un mejor futuro en Europa.
El miércoles un policía tuvo que sacar su cuerpo sin vida de la costa de una playa turca luego de que su embarcación naufragara con una docena de personas más, todos tratando de llegar a la isla griega de Kos. La imagen quedó inmortalizada por el lente de la fotógrafa Nilufer Demir para dar vuelta al mundo.
Con sólo tres años, Aylan Kurdi viajaba junto a su hermano de cinco Galip, quien también murió, en su intento por escapar de la guerra civil Siria y del Estado Islámico.
Ambos hermanos procedían de Kobane, una ciudad al norte de Siria y muy cercana a la frontera turca que en el último año se ha convertido en el bastión de combate entre las fuerzas kurdas y los yihadistas. Junto a ellos viajaban su madre, Rehan, y su padre Abdullah.
Cuando Aylan nació, Siria ya se encontraba en pleno conflicto civil. Su familia sólo vio empeorar el panorama con la llegada de los militantes yihadistas a la región.
Por eso la familia tomó la decidión de cambiar su suerte. Solicitó asilo a Canadá, pero el país se lo denegó por complicaciones con los trámites. Sin embargo, la situación era desesperada y se decidieron por una alternativa muy arriesgada que muchas veces es la única opción para los refugiados: subirse a un bote y llegar a su destino por otra vía.
Los dos niños murieron, al igual que su madre. El único sobreviviente fue el padre que se recupera en un hospital en Turquía.
Pero a Abdullah ya no le quedan ganas de establecerse en Canadá, donde reside su hermana. De hecho, confesó a la prensa canadiense que tras la muerte de su familia lo único que esperaba era volver a su ciudad natal, Kobane, para enterrar a sus dos hijos y a su esposa.
Teema Kurdi, la hermana de Abdullah que trabaja como peluquera en Vancouver, dijo que recibió una llamada de su hermano informándole que Regan y los niños habían muerto.
"Estaba tratando de ayudarlos, mis amigos y mis vecinos que me ayudaron con los depósitos en el banco, pero no pudimos sacarlos de ahí, y por eso es que se subieron al bote", confesó a National Post.