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Papa peruana tendría potencial para Marte

Papa peruana tendría potencial para Marte
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En Perú están sembrando papas en un medio similar a Marte. El investigador Julio Valdivia contó a DW todo sobre el trabajo que realizan con la NASA. El estudio muestra que una papa puede soportar ambientes extremos.
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El proyecto llevado a cabo en Lima por el Centro Internacional de la Papa (CIP), se viralizó a principios de este año. Todo comenzó con la presentación de un video, que fue compartido por noticieros de todo el mundo, en donde se veía crecer una planta dentro de algo parecido a una incubadora. Esa planta era una papa que estaba siendo sometida a condiciones extremas, similares a las del planeta Marte.

Así crece la papa en el simulador de Marte

La CIP es una institución de investigación para el desarrollo de raíces y tubérculos que brinda soluciones sostenibles a los apremiantes problemas mundiales del hambre, la pobreza y la degradación de los recursos naturales. La papa proviene de la zona andina y solamente en el Perú hay 4500 variedades de las 5000 existentes en todo el mundo.

El CIP tiene el respaldo de la NASA, así como de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) de Lima. El mediador entre estas instituciones es el profesor investigador Julio Valdivia Silva, quien dicta clases en la UTEC, pero que además es investigador asociado del Centro de Investigaciones Ames de la NASA.

En marzo de este año, la noticia propagada por varios medios internacionales era que la papa estaba lista para ir a Marte. En Alemania, la plataforma informativa pflanzenforschung.detambién le dedicó un artículo al proyecto y este fue comparado con otros trabajos similares. Un grupo de la Universidad de Giessen había estudiado la tolerancia de papas genéticamente modificadas que, con la acumulación de fructanos, podrían soportar el frío en el campo durante la temporada de invierno.

DW pidió al profesor Bernd Honermeier, catedrático en agronomía de la Universidad de Giessen, su opinión acerca de la posibilidad de sembrar papas en Marte. Él se remitió a los datos técnicos y dijo que las probabilidades de que una papa pueda adaptarse al suelo del planeta rojo serían bajas, teniendo en cuenta las temperaturas extremas, la falta de agua y la falta de gravedad. Añadió que tendría que construirse algo parecido a un invernadero y se necesitaría mucho refuerzo técnico.

Para aclarar esto, la DW se comunicó con el Profesor Julio Valdivia, quien lleva a cabo el proyecto en el Perú. Él aclaró esos datos técnicos más a fondo, contó cuales han sido los pasos a seguir, los resultados obtenidos hasta el momento, y explicó el porqué de su optimismo.

DW: ¿Cómo recibió el interés de la prensa?

Julio Valdivia: Fue mucha sorpresa que el proyecto llegara a ese nivel de prensa. La iniciativa fue del Centro Internacional de la Papa (CIP), con sede en Lima. Ellos junto con la NASA tuvieron la idea de buscar un vegetal que pudiera ser cultivado en ambientes extremos. A la NASA le interesa Marte, pero al Centro Internacional de la Papa le interesan los lugares donde ya no se puede cultivar nada, como los desiertos.

Llegamos a tener un fuerte impacto en los medios. Tanto así que acabamos de ganar dos medallas en el Festival Internacional de Creatividad de Cannes Lions, una de plata en la categoría de innovación y una de oro en la categoría de salud y bienestar.

¿Fue mucha la inversión? ¿Qué aporta la NASA?

NASA nos dio respaldo desde el punto de vista electrónico. El simulador que contiene condiciones marcianas lo construimos en la UTEC con un presupuesto muy pequeño. Hasta el momento podemos hablar de una inversión de 5 mil dólares en todo el proyecto, lo cual es nada comparado con otros proyectos científicos.

¿Cómo nace la idea?

El proyecto de la papa marciana nace por motivos del cambio climático, que está convirtiendo muchas zonas de cultivo en desiertos. La idea inicial del CIP era encontrar una papa muy resistente que se adaptara a esos cambios. En el Perú también hay lugares muy secos, donde no se puede sembrar nada, entonces pensábamos cómo podríamos generar sistemas biológicos, en este caso tubérculos como la papas, y mejorarlos para que puedan crecer en esos ambientes.

La papa tiene un alto poder nutritivo y eso la hizo una excelente candidata para el proyecto. Algunas variedades han crecido en casi todos los ecosistemas del mundo.

Hay un video que muestra el crecimiento de la papa dentro del simulador, ¿fue la única prueba o hubo más?

Antes de experimentar con el simulador, hemos cultivado varios tipos de papas en condiciones normales, pero utilizando un suelo parecido a Marte. Fueron 4 tipos de papa las que más resistieron, y esas 4 fueron puestas a prueba en un ambiente un poco más extremo.

El video que se muestra es muy alentador y queda demostrado que la papa puede soportar mucho más de lo que se había descrito hasta el momento en la comunidad científica. Es una papa con mucha capacidad y podría ser el primer alimento elegido para ir a Marte.

Pero se necesitaría un tipo de invernadero, ¿verdad? Porque al aire libre, con el ambiente que usted mencionaba, sería complicado. ¿Cómo lo ve usted?

Si, definitivamente. Hubo algo que puso la prensa que nos molestó muchísimo. Nosotros jamás dijimos que se podía poner la papa directamente en el suelo de Marte. Lo que también es importante dar conocer es que nosotros no podemos llevar el suelo de la Tierra a Marte para hacer un cultivo. Solo se tendría que usar el suelo de allá. Y se tendría que evaluar cuáles son las condiciones que precisen un mínimo gasto de energía. Simular condiciones de la Tierra en Marte podría ser muy caro y muy difícil de hacer.

Conocida la capacidad de la papa, ¿en la NASA tienen planeado llevarla a Marte algún día?

En estos momentos queremos precisar la resistencia de la papa para conocer sus límites. La fase tres es la etapa en la que, ya conociendo esos límites, podemos mejorarla. Allí buscaríamos nanotecnología para mejorar los suelos, o bien usar tecnología para mejorar la papa desde el punto de vista genético, cosa que no se ha planteado aún, pero que sí podría ser una solución para que pueda resistir ambientes mucho más extremos.

En el CPI constantemente se evalúa el poder nutricional de la papa y sus otras capacidades. Finalmente llegaría la fase 4, que es la fase que más le interesa a la NASA;  si todo sale bien, en unos 10 o 15 años podríamos lanzar una misión robótica que lleve la papa a Marte. Pero primero solo se mandarían robots, para que cuando lleguen las primeras colonias de humanos, ya tengan papas cultivadas allá.

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