La historia del primer implante de ojo biónico en el mundo
Un grupo de cirujanos en Manchester (Reino Unido) ha realizado con éxito el primer implante de ojo biónico en el mundo, en un paciente de 80 años que padecía una degeneración macular (DMAE), una enfermedad de pérdida de visión relacionada a la edad, que actualmente afecta a más de 30 millones de personas en el mundo.
Como informa la BBC News, Ray Flynn, se encontraba parcialmente ciego por la degeneración macular (DMAE) que lo llevó a la pérdida total de su visión central. La DMAE, afecta a mayores de 50 años y aumenta con la edad, e impide que una persona pueda leer, ver cosas en frente de ella, conducir y reconocer caras.
Pero gracias al implante de retina, Flynn puede ver imágenes de vídeo desde una cámara en miniatura instalada en sus gafas .
Ahora, utilizando su implante de retina, puede distinguir la dirección de las líneas blancas en una pantalla del ordenador.
El hombre jubilado dijo que estaba "encantado" con el implante y espera que su visión mejore con el tiempo para poder realizar las tareas del día a día, como la jardinería y las compras. Y ver los partidos de su querido equipo de fútbol, Manchester United.
En un comunicado de la Universidad de Manchester difundido este miércoles por la agencia AFP, el profesor Paulo Stanga que dirigió la operación, señaló que "la evolución del señor Flynn es realmente notoria... puede ver el contorno de la gente y de los objetos".
El profesor tambien explicó que "la versión seca de la DMAE es un afección común, pero intratable. En el mundo occidental, es la principal causa de pérdida de visión. Por desgracia, con una población cada vez más mayor, se está haciendo cada vez más común".
Las enfermedades degenerativas de la retina, como la DMAE, afectan a 30 millones de personas en el mundo, según la organización estadounidense Foundation Fighting Blindness (FFB).
¿Cómo funciona el ojo biónico?
Las retinas biónicas, se usan para ayudar a gente ciega o parcialmente ciega. Con ellas, las imágenes capturadas por la cámara se transforman en pequeños impulsos eléctricos que se transmiten por una tecnología sin cables a unos electrodos situados en la superficie de la retina.
A continuación, los electrodos estimulan las células restantes y transmiten los patrones de luz al cerebro, que finalmente son interpretados por Flynn, lo que le permite que recuperar poco a poco, la visión.