Un tenso debate se vivió en la Sala del Senado, que inició esta tarde la votación del proyecto de ley de identidad de Género. La iniciativa permite a personas trans poder acceder al cambio de la inscripción en el Registro Civil cuando la identidad no es congruente con la identidad del solicitante. Esto mediante un trámite expedito y conocido.
El proyecto lleva cuatro años en tramitación, donde ha sido sometido a 14 revisiones durante la Comisión de Derechos Humanos. Fue esta instancia la que lo despachó a la Sala la semana pasada. Eso sí, luego de realizar un cambio radical: la iniciativa llega al hemiciclo permitiendo realizar los cambios de sexo registral solo en personas mayores de 18 años. Esto a diferencia del texto original, que contemplaba mecanismos para menores según su tramo de edad.
Otra de las modificaciones apunta a que la solicitud de rectificación de la partida de nacimiento deberá notificarse a terceros, quienes podrán oponerse a ésta. En dicho caso, el asunto devendrá en contencioso y será remitido a los tribunales de familia. Se trata de una norma que ha sido criticada por organizaciones de la diversidad sexual y la identidad de Género, quienes acusan que atenta contra los derechos de las personas trans.
Uno de los temas que marcó la sesión de este martes fue una indicación propuesta por el senador RN Andrés Allamand, quien proponía eliminar de la ley la definición de identidad de género. Esto pues -a su juicio- "el arrebato de un día de una persona puede conducir al cambio del sexo y el nombre, eso es poco razonable (...) ¿No será razonable que esta condición tenga algún grado de permanencia?".
Si bien la propuesta generó un largo debate fue rechazada por 15 votos en contra y 12 a favor. En esta misma línea, se aprobó la definición de identidad de género contenida en el proyecto.
La votación continuará durante la sesión del miércoles, donde se espera despachar a la Cámara la iniciativa.
Estas fueron las intervenciones de la jornada
Este fue el tenso debate en la sala
Una de las primeras intervenciones fue de la senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe, quien manifestó su rechazo a la iniciativa, advirtiendo que "lo que hace este proyecto es la imposición de un modelo de sociedad donde todo se relativiza, donde la realidad se tergiversa, donde las cosas objetivas -como la corporalidad de una persona- pasan a ser subjetivas, generando nuevos y mayores problemas que los que hoy día tenemos".
La segunda en intervenir fue la senadora Lily Pérez, una de las autoras del proyecto, quien hizo un llamado a rechazar todas las indicaciones que apuntan a "patologizar" la identidad de género. Esto en alusión a quienes promueven la realización de exámenes para acreditar la transexualidad.
En tanto, el senador Carlos Bianchi, afirmó que el proyecto "tal cual como está, no ofrece las garantías suficientes". Según el parlamentario, el proyecto no regula temas como qué pasa en caso de una persona que se cambia de sexo para efectos de su jubilación o incluso en competencias deportivas.
El independiente y actual candidato presidencial Alejandro Guillier: "Las personas trans tienen el derecho que tiene cada persona en nuestro país a contar con un documento que refleje quienes en realidad son, y nadie debiera arrogarse la facultad de negar este derecho o condicionarlo".
"El en proyecto si bien hay avances, hay algunos temas que me parecen que fueron una pérdida. La Comisión eliminó la posibilidad que los menores estén contemplados en esta ley, me refiero a menores de 14 a 18 años, siendo que la propia ley los hace penalmente responsables, y por consiguiente supone un discernimiento y una capacidad de decidir por si mismos, lo que ahora la ley les niega, y eso me parece incongruente", manifestó. Este punto fue compartido por los senadores Pedro Araya e Ignacio Walker.
Posteriormente, el PS Juan Pablo Letelier manifestó que "la pregunta es: en qué afecta al resto de los seres humanos lo que yo hago con mi identidad. Con qué derecho se meten conmigo y el ejercicio de mi identidad. Esa es la discusión de fondo. Es aquí donde me aprece una vuelta de carnero de quienes cuestionan al Estado, que cómo se entromete en la vida, y hoy quieren que el Estado se meta en la vida".
En tanto, la ministra secretaria general de Gobierno, Paula Narváez, expresó que "este proyecto no es el resultado de una discusión acelerada, es fruto de cuatro año de tramitación, donde ha incorporado las inquietudes y visiones de todos los que han sido partícipes".
Van Rysselberghe volvió a tomar la palabra, para asegurar que "el ser hombre no depende de lo físico, de lo biológico o de los cromosomas, de mi corporalidad, sino que depende exclusivamente de una emoción, de algo que es subjetivo y cambiante en el tiempo".
"Estamos generando una definición que la transformamos en un derecho y que eroga obligaciones en terceros, obligaciones que surge de una emoción, de algo que no es objetivable, que complejiza la situación", agregó.
El también UDI Hernán Larraín anunció su apoyo a una indicación del RN Andrés Allamand, que busca eliminar la definición de identidad de género en la ley. Al respecto, señaló que "no se necesita ni requiere para avanzar el contar con un concepto que lo que genera son ambigüedades grandes".
"Quiero recordar que el sexo en nuestra legislación es un atributo de una persona y cambiarlo produce consecuencias muy complejas en el ámbito civil, provisional, comercial, penal, no solo respecto de la persona misma, sino de terceros, porque pueden generar impactos patrimoniales", explicó.
La propuesta de los senadores fue rechazada con fuerza por el PPD Guido Girardi. "Lo que subyace en este artículo que se quiere eliminar es no reconocer que la decisión más importante no requiere de ningún informe psicológico (...) Si aceptamos la limitación de este artículo lo que estamos anteponiendo es que finalmente la convicción que nos tenemos sobre aquellos que son distintos y sobre seres que no son normales, que no es natural".
El DC Ignacio Walker manifestó que "si no definimos identidad de género en esta ley, en el artículo 1°, la definición de identidad de género se la vamos a dejar a los jueces y eso conduciría a una judicialización".
Allamand tomó la palabra para refutar a los parlamentarios, señalando que "conforme a esta definición (contenida en el proyecto), el arrebato de un día de una persona puede conducir al cambio del sexo y el nombre, eso es poco razonable. Si existiera algún elemento de continuidad, de permanencia, y no se diga que acá hay un intento de patologizar. ¿No será razonable que esta condición tenga algún grado de permanencia?".
Allamand citó las intervenciones de médicos que realizan cirugías de reasignación de sexo quienes afirmaron que previo a realizar el procedimiento exigían "pruebas fehacientes" de la condición de transexualidad.
Finalmente, la indicación del senador RN se rechazó.