El mundo secreto de los negocios y los trabajadores de Corea del Norte en Rusia
Escondido en un rincón de un centro comercial de descuentos no muy lejos del centro de la ciudad, se encuentra uno de los puntos turísticos más extraños de Moscú.
Se llama "Koryo" y es un restaurante de Corea del Norte.
Gestionado completamente por norcoreanos, Koryo ofrece a los comensales más aventureros un pedacito de Pyongyang: música norcoreana en televisión y kimchi (una preparación de verduras fermentadas) y noodles (fideos) fríos en el menú.
"Es lo que la gente come en casa", explica una camarera.
Los trabajadores de Koryo forman parte de los hasta 40.000 emigrantes norcoreanos que trabajan en Rusia.
Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, más del 80% de ellos son empleados de la construcción.
El resto trabaja en distintos ámbitos: desde talleres de costura, la tala o la medicina tradicional.
Para los norcoreanos, golpeados por la pobreza, conseguir trabajo en Rusia es un sueño, considera Andrey Lankov, experto en Corea del Norte de la Universidad Kookmin de Seúl, en Corea del Sur.
"Es imposible encontrar trabajo en Rusia sin pagar un soborno", agrega.
Eso pese a las viviendas precarias y las condiciones que rozan la esclavitud que sufren muchos de estos emigrantes.
En un caso ampliamente documentado en 2015, funcionarios de inmigración rusos en la ciudad costera oriental de Nakhodka encontraron a tres ingenieros agrónomos norcoreanos altamente cualificados limpiando la nieve de las calles.
Sus empleadores sostuvieron entonces que era algo excepcional, pues su trabajo principal era controlar la cosecha. Las autoridades, no obstante, no estaban convencidas. Los tres fueron deportados.
Según el Ministerio de Trabajo ruso, los norcoreanos reciben un suelo de US$335 al mes, menos de la mitad del salario mínimo promedio en ese país.
"Tienes que dar alrededor de la mitad de tu sueldo al Estado", señala el Lankov al servicio ruso de BBC News.
"Pero, aun así, lo que queda es más de lo que puedes ganar en casa".
Cuotas para contratar a norcoreanos
Las empresas que quieran emplear a norcoreanos tienen que pedir al ministerio una "cuota" o licencia, que cuesta el equivalente a alrededor de US$200 por persona.
Muchas de las compañías interesadas se ubican en la parte oriental del país, donde la población local se está reduciendo.
No obstante, los datos del ministerio de 2017 muestran que hay norcoreanos trabajando por toda Rusia: un cuarto de las licencias otorgadas a empresas se produjeron en las regiones de Moscú y San Petersburgo.
En esta última ciudad, se supo que albañiles norcoreanos participaron en la construcción de uno de los estadios donde se jugará el Mundial este año.
Otra empresa de San Petersburgo, el Grupo BTC dedicado a hacer uniformes para el ejército ruso, tenía una licencia para emplear a 270 norcoreanos en 2017, pese a que un portavoz rechazó que se les hubiese ofrecido trabajo.
En Karachay-Cherkassia, en el norte del Cáucaso, la firma agrícola Yuzhniy tenía registrados en sus documentos oficiales a 150 norcoreanos dedicados a cultivar verduras para su negocio de proveedores de supermercado.
En Sverdlovsk, en la región de Ural, había incluso seis entrenadores norcoreanos trabajando en el club de tenis de mesa de una fábrica.
Empresarios norcoreanos en Rusia
Pero en Rusia no solo hay empleados norcoreanos, sino también empresarios.
El sistema de información Spark -creado por la agencia de noticias rusa Interfax para monitorear empresas en Rusia- registra 300 compañías cuyos únicos dueños son norcoreanos.
Más de la mitad operan en el sector de la construcción, como la firma Enisei, en Krasnoyarsk (Siberia), que edificó hace poco una nueva prisión.
La aerolínea estatal de Corea del Norte, Air Koryo, ofrece vuelos desde Vladivostok, donde también hay una sucursal del Banco de Comercio Exterior de la República Popular de Corea del Norte.
La mayoría de las compañías norcoreanas en Rusia pertenecen a personas particulares.
Según Lankov, es una señal de lo descentralizados que se han vuelto los negocios norcoreanos.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores es, en el mejor de los casos, 'el primero entre iguales', pero los ministerios, departamentos, partidos, pequeñas organizaciones y emprendedores también pueden abrir negocios en el extranjero", señala el experto.
"El dueño de una empresa privada puede ser un funcionario del gobierno, alguien de los servicios de seguridad, o simplemente un emprendedor norcoreano con dinero y buenos contactos", agrega.
Restricciones
Todo esto se analizó cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó en septiembre de 2017 una resolución que imponía nuevas sanciones a Pyongyang tras la última prueba nuclear que había realizado.
Entre estas está la prohibición a los países firmantes de contratar a norcoreanos o permitirles ser socios de empresas en su territorio a partir de 2019.
Las autoridades rusas adelantaron esa fecha de aplicación en su país a finales de 2018 y ya dejaron de emitir nuevas licencias de trabajo.
Algo que no fue bien recibido en muchas empresas.
En Vladivostok, en la costa Pacífica, la constructora Yav-Stroi es uno de los mayores empleadores de inmigrantes norcoreanos. Tiene licencia para contratar a 400.
"No podemos funcionar sin inmigrantes", le confesó a la BBC un portavoz de la empresa que pidió permanecer anónimo. "Tendremos que traerlos desde otros países en vez de Corea del Norte".
En Moscú, la Clínica de Medicina Oriental emplea a una decena de médicos norcoreanos.
"Si se tienen que ir, nuestros pacientes perderán su tratamiento y muchos de ellos son niños discapacitados", afirma la directora, Natalya Zhukova.
Nadie está seguro de cuál será el impacto sobre las empresas mixtas, según Dmitry Lobachev, experto en temas laborales del bufete de abogados Khrenov y Asociados.
Explica que como la resolución no define con precisión lo que es una empresa mixta, todavía hay "espacio para maniobrar".
Este es el caso de Rasonkontrans, una conocida compañía ruso-norcoreana involucrada en un gran proyecto ferroviario y portuario en el Extremo Oriente ruso.
Se le concedió una exención especial en la resolución de Naciones Unidas.
¿Qué pasará con los trabajadores que no quieran regresar a casa?
"Grandes cantidades" de norcoreanos están solicitando asilo temporal en Rusia, según declaró Valentina Kazakova, del Departamento de Inmigración del Ministerio del Interior, a la agencia de noticias RIA Novosti.
No se sabe si se les permitirá quedarse.
En una cumbre celebrada en Moscú el pasado mes de abril entre el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y su par norcoreano, ambas partes discutieron formas de impulsar los lazos económicos dentro de los términos de la resolución de la ONU.
"Las posibilidades de hacerlo existen", afirmó entonces el ministro ruso.
Este jueves, Lavrov visitó Corea del Norte y se reunió con el líder del país, Kim Jong Un.
El encuentro, el primero entre el mandatario norcoreano y un funcionario ruso, tuvo lugar antes de la posible cumbre histórica entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano en junio.
De vuelta al restaurante Koryo, el personal se muestra reticente a hablar con la BBC sobre lo que les depara el futuro.
Pero lo mejor será que los comensales que buscan saborear la cocina de Corea del Norte lo hagan mientras aún puedan.