Las presiones con que aterriza Mario Marcel en la presidencia del Banco Central
Por Carlos Agurto y Sandra Burgos
Tuvieron que pasar 10 años para que el agua volviera a su cauce. Para que se cerraran las heridas que quedaron abiertas cuando la presidenta Michelle Bachelet, optó por Andrés Velasco y no por Mario Marcel, para ocupar el Ministerio de Hacienda en su primer gobierno.
La presidenta se sentía una deuda con el economista, la cual fue saldada esta mañana con su nombramiento como Presidente del Banco Central.
Pero la llegada de Marcel al más alto cargo del Banco Central, no se tiene que ver como un pago de favores. Ex consejeros del banco y destacados economistas coinciden en que llega al cargo más alto del instituto emisor, uno de los economistas más destacados que tiene Chile.
Su currículo lo avala. Alumno del Instituto Nacional, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y master en Economía de la Universidad de Cambridge, antes de ingresar al Banco Central como consejero en 2015, Marcel se desempeñaba como director de la Práctica Mundial de Buen Gobierno en la sede central del Banco Mundial en Washington. Anteriormente fue subdirector de gobernabilidad y desarrollo territorial de la OCDE, lo calificado por sus cercanos como un “puestazo”.
A nivel académico ha desarrollado actividades de docencia e investigación en universidades en Chile y el Reino Unido. También ha sido consultor de diversos organismos internacionales y gobiernos para proyectos en países como México, Colombia, Perú y Vietnam.
El desaire del primer gobierno de Bachelet
Antes de su incursión en los organismos internacionales, Marcel tuvo un importante rol en el aparataje estatal durante los gobiernos de la Concertación. Formado al alero de Cieplan, ocupó diversos cargos, entre ellos, el de subdirector de Racionalización y Función Pública; secretario ejecutivo del Comité Interministerial de Modernización de la Administración Pública; y presidente del Comité de Auditoría Interna General de Gobierno.
En el gobierno de Ricardo Lagos fue director de Presupuesto, mientras Nicolás Eyzaguirre ocupaba el sillón de Teatinos 120. En ese puesto le correspondió relacionarse con todos los miembros del gabinete, incluido con la entonces titular de Defensa, Michelle Bachelet. Fue en ese cargo donde jugó un papel clave en el diseño de la regla de balance estructural, de hecho, hay quienes se atreven a decir que fue él el cerebro de dicha regla, por la cual Chile se ganó el prestigio de país disciplinado.
Eso mismo le habría jugado en contra cuando en 2006 Bachelet pidió a Nicolás Eyzaguirre que le ayudara a dirimir entre Marcel y Andrés Velasco para ocupar el ministerio de Hacienda. El resultado ya lo conocemos, Velasco llegó a Teatinos 120.
Cuentan que a Marcel le ofrecieron otros cargos, pero que los desechó. “Porque su opción siempre ha sido influir en el destino, porque tener un cargo menor y sin una agenda de envergadura, por mucha pompa que tenga no le era atractivo para alguien del perfil de él. Mario Marcel es un lujo para Chile y el país se lo estaba perdiendo cuando anduvo afuera”, destaca la fuente.
Sin embargo, a las semanas siguientes de asumir Bachelet, lo designó presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional. Las conclusiones de la denominada “Comisión Marcel” terminaron siendo la base utilizada para la reforma al sistema de pensiones del año 2008 y hasta el día de hoy, quienes participaron de la instancia, destacan el profesionalismo y altura de miras con que Marcel dirigió la comisión. De hecho, uno de los mayores logros del primer gobierno de la Presidenta, fue su aporte en este sentido, con la creación del pilar solidario, lo cual le dio el cariz mixto al sistema de pensiones chileno.
Presidente militante
Pero la llegada de Marcel a la presidencia del BC se da en un periodo en que el mercado discute sobre la necesidad o no de aplicar una política monetaria más expansiva. Esto, en un escenario en que la inflación volvió a ubicarse en el rango meta del ente emisor (2% y 4%) y el crecimiento económico no muestra señales de mayor dinamismo.
De hecho, las minutas de las últimas reuniones de política monetaria revelan que incluso al interior del Consejo del BC existen distintas visiones al respecto. Entre los que estarían a favor de reducir la tasa se encontrarían Pablo García y el propio Marcel. En la vereda contraria, el actual presidente Rodrigo Vergara, y los consejeros Joaquín Vial y Sebastián Claro.
Durante su presentación esta mañana como el nominado a ocupar el cargo que dejará Rodrigo Vergara, Marcel realizó un análisis del panorama económico actual sin querer ahondar por ahora en cuál será el sello de su gestión. “El Banco Central ha alcanzado su meta de política monetaria y pese a eso sigue contribuyendo a la estabilización de la economía, particularmente a amortiguar los efectos de los shock externos. Creo que hay en esto una oportunidad para construir sobre esa base y mantener estos logros y este impulso en el tiempo”, afirmó.
Del mismo modo, destacó la relevancia de tener una buena coordinación entre las autoridades económicas. “Para el sistema político es importante y también para la confianza de los actores económicos”, afirmó.
Actores del mercado admiten que probablemente el enfoque del BC durante su gestión sea más proclive a aplicar un mayor estímulo monetario. “Su perfil es mucho más político que los otros presidentes, es mucho más militante y eso significa que sus decisiones pueden estar influenciadas por la coyuntura política”.
Sin embargo, cercanos admiten que como presidente del BC, Marcel “hará la pega que le corresponde”, por lo que no se verá influenciado por presiones externas. “El crecimiento, empleo y otros temas son importantes en la medida que afecten la inflación. No conozco a nadie que tenga tan claro el tema institucional”, agrega un economista.
Por último, en el mercado no ven como un problema que el perfil de Marcel esté ligado a la política fiscal por sobre la monetaria. “No debería ser para nada una preocupación que no venga del mundo de los banqueros centrales”, reconocen.