En una decisión unánime, el Consejo del Banco Central resolvió aumentar la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base, ubicándola en 2,75%.
Se trata de una decisión sin precedentes en casi tres años. De hecho, la última alza ocurrió en diciembre de 2015. Por otro lado, se rompe la tendencia del organismo, que desde mayo de 2017 había mantenido este indicador en 2,5%.
El Banco Central explica que la decisión se da tras un mes donde la inflación (0,3%) estuvo levemente por debajo de lo proyectado, afectada por elementos puntuales, como una menor inflación de alimentos. Con esto, la inflación anual del IPC aumentó a 3,1% y la del IPCSAE a 2,1%, con una aceleración sostenida de los precios más sensibles a la brecha de actividad, por ejemplo los servicios no regulados del IPCSAE.
En tanto, las expectativas privadas para la inflación se mantienen en torno a 3% para diciembre de este año y para uno y dos años plazo.
Por otro lado, la decisión del Consejo consideró que las holguras de capacidad "se han venido reduciendo durante los últimos trimestres y lo continuarán haciendo en línea con lo previsto en el IPoM, lo que llevará a que la inflación total y subyacente se ubiquen en torno a 3% en los próximos trimestres".
"En este escenario, el Consejo considera que el estímulo monetario debe comenzar a reducirse para asegurar que las perspectivas de inflación se mantengan en torno a la meta. Teniendo presente que, en el escenario base del IPoM, la tasa de política monetaria convergerá a su nivel neutral en el 2020, un inicio oportuno de este proceso permite proceder con gradualidad y cautela. Ello otorgará los espacios necesarios para que el Consejo defina la velocidad adecuada del retiro del estímulo monetario. Con esto, reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años".
¿Qué implica la decisión del organismo?
Para Sergio Tricio, gerente General de RUVIX y académico de la Facultad de Negocios de la Universidad de Chile, la decisión del Banco Central es consistente, "ya que en el último Informe de Política Monetaria (IPoM) había dejado de manera bien explícita su optimismo respecto a la evolución de la economía chilena".
"Y esa situación, que es favorable, se condice con presiones inflacionarias que se pueden ir generando en el tiempo. Por lo tanto, subir la tasa de interés en este minuto es una decisión acertada por el hecho de que se anticipa a un escenario futuro de mayor optimismo y actividad en nuestro país", asegura.
Consultado respecto del impacto que podría tener esto en temas como los créditos de consumo o hipotecarios, el académico señala que "obviamente, un alza de tasa que no se había dado hace varios años puede verse de manifiesto en las tasas que se expresas hacía el público".
"Sin embargo, esta alza, por ahora, no va a tener efectos mayores en el consumidor respecto a la tasa de interés (...) porque siempre van a ver varios factores que inciden en la tasa que se le cobra a una persona, ya sea en crédito de consumo o hipotecario. Y algo positivo que ha ocurrido en el último tiempo es que, como la economía va mejorando, el riesgo de impago es menor. Por lo tanto, eso también hace que los bancos sean más competitivos y puedan mantener tasas más bajas", asegura.