A las 3:30 horas de la madrugada del domingo, el club Frida Kahlo de Chillán, de clientela lésbica, sufrió el incendio en parte de su estructura tras un ataque presuntamente homofóbico. Así lo señala el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Esteban Guzmán, presidente del Movilh en el Bíobío, aseguró que el autor de los hechos fue un vecino de una iglesia evangélica colindante con el local, quien lanzó insultos y amenzas a los asistentes jactándose de su acto usando a su dios como justificación.
Jacqueline Ortega, propietaria del club, señaló que "cuando salimos a la calle a ver qué ocurría, nos dimos cuenta que nuestro vecino estaba con un bidón de parafina y, sin ningún tipo de pudor o arrepentimiento, nos afirmó que él había comenzado el fuego y, peor aún, amenazó con matarnos por depravados".
No contento con eso, Ortega comenta que el vecino siguió con sus descalificaciones asegurando que "si no se queman aquí, se quemarán en el infierno y si eso no pasa lo haré yo".
Hechos así traen a la memoria el incendio en la reconocida disco gay Divine el año 1993, que cobró la vida de 16 personas dejando a otras 30 heridas. El Movilh exigió el máximo rigor de la ley para garantizar la protección de la comunidad de lesbiana, gays, bisexuales, transexuales e intersex (LGBTI).