Guerra de narcotraficantes alarma a Costa Rica
Una guerra abierta entre bandas de narcotraficantes, especialmente en la caribeña provincia de Limón, mantiene en vilo a la Policía y al Gobierno, que ven con impotencia el incremento de la violencia en todo el país.
La acción dejó cinco muertos, entre los cuales había un niño de apenas 11 años y tres mujeres que disfrutaban en la playa. Además, seis personas resultaron heridas. Apenas 20 horas después, otra balacera conmocionó otra comunidad de esa misma provincia, dejando dos heridos.
El incremento de la violencia, que viene afectando a esa provincia desde hace más de una década, obligó al Ministerio de Seguridad Pública a movilizar a 100 efectivos de la policía a la zona.
El hospital de la ciudad, el Tony Facio, lucía en las últimas horas como un campo amurrallado, custodiado por oficiales de la Fuerza Pública. Y es que la violencia en Limón parece no tener límites. Dos bandas criminales se disputan territorios y mercados, y sicarios ya han intentado penetrar en ocasiones anteriores en el centro médico para tratar de liquidar a víctimas que dejaron mal heridas en atentados.
Amenazas, muerte y sicariato
Cifras de lo policía judicial registran 274 homicidios en Limón en los últimos cinco años, 44 en 2014 y 32 este año, según informó un canal de la televisión local. Muchas de estas muertes están relacionadas a conflictos por drogas.
Las bandas enfrentadas se envían amenazas con mensajes divulgados en redes sociales. Limón es una ciudad que alberga a la principal terminal portuaria de Costa Rica, y por donde circula el 80 por ciento de las importaciones y exportaciones del país.
La ciudad es puerto de estacionamiento de cruceros, y varias comunidades ubicadas más al este son centros de gran afluencia turística. Pero el problema de la violencia no golpea sólo a Limón. Las disputas entre grupos delictivos por el control de mercados se han extendido a otras partes del país, incluida la capital, cuya parte sur viene siendo escenario de constantes acciones de sicariato.
Y es que Costa Rica, al igual que otros países de Centroamérica, está siendo utilizada por los carteles del narcotráfico, tanto de Colombia como de México, como puente para el tráfico y almacenamiento de drogas, especialmente de cocaína. Sólo el año pasado, los aparatos antinarcóticos se incautaron de más de 16 toneladas de ese producto. El ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata, clamó el lunes por un mayor presupuesto para la seguridad del país, en el marco de una lucha para convencer a la Asamblea Legislativa de la urgencia de la aprobación de un impuesto a las sociedades anónimas para financiarla.
Y amenazó con renunciar si en el término de 30 días el Parlamento, donde el proyecto impositivo encuentra resistencia en sectores opositores, no es avalado. "¡Por Dios!" ¿Cómo les digo lo que necesita Costa Rica?", exclamó el ministro, quien recordó que Costa Rica abolió el Ejército hace más de 60 años y sustenta su seguridad en unos 14.000 policías.