Algunos patios de establecimientos educacionales han llegado a ser peligrosos para los alumnos, en un recinto donde se debe velar por su seguridad y aprendizaje.
Por ello, la Superintendencia de Educación realizó una intensa fiscalización –entre mayo y agosto- a 3.524 colegios, en materia de infraestructura e implementos deportivos.
Los registros revelaron que 371 de éstos, tienen condiciones deficientes en infraestructura, en canchas y gimnasios, y en implementos deportivos, entre ellos, arcos de fútbol y aros de básquetbol, lo que no nos deja indiferentes por los riesgos que eso conlleva.
“Hemos hecho este levantamiento, cursando las infracciones con tiempos urgentes de solución, porque nuestro objetivo no es sancionar, sino que las cosas mejoren. Si en una nueva fiscalización las cosas no mejoran, vamos a proceder a la aplicación de multas”, consignó el Superintendente de Educación Escolar, Alexis Ramírez.
De los más de 300 que presentan condiciones deficientes, las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío son las que presentan las mayores cifras de incumplimientos.
Entre los problemas más frecuentes figuran estructuras de fútbol y básquetbol sin fijaciones; tubos de fierro no protegidos o que sobresalen del piso; techumbre en mal estado, canchas con pisos deficientes y desnivelados; espacios deportivos con escombros, basura y elementos cortantes; enchufes no recubiertos; implementos deportivos oxidados o con desperfectos, árboles que presentan peligro, muros en mal estado, y zonas de juego con puntas de fierro peligrosas.
DENUNCIAS
Entre enero y el 7 de agosto de este año, la Superintendencia de Educación recibió 173 denuncias por accidentes escolares, debido a infraestructura escolar deficiente, a implementos deportivos en mal estado e incumplimiento del Protocolo de Accidentes Escolares por parte del establecimiento.
Del total de denuncias recibidas, 131 están resueltas y 42 se encuentran activas, es decir, en proceso de fiscalización.
“El llamado a la comunidad escolar es a tomar las medidas de seguridad, a contar con protocolos de actuación, a revisar los implementos antes de usarlos, a plantear los problemas a los colegios y a hacer las denuncias ante la Superintendencia, si no son escuchados”, aclaró la autoridad en educación.