Cuna de grupos autonomistas. La provincia de Arauco, en el sudoeste de la Región del Biobío, donde se registró el ataque que mató a tres carabineros en la madrugada de este sábado, es cuna de al menos 3 corrientes autonomistas del movimiento Mapuche (Resistencia Lafkenche, comunidades autónomas y CAM). Lo que para ellos es una “recuperación territorial del territorio ancestral” se ha traducido en cientos de ataques a maquinaria forestal, robo de madera, infracciones a la ley 20.000 y una lucha constante hace más de 23 años en contra de las forestales instaladas en el lugar y a empresarios turísticos y agrícolas.

  • La zona, una de las más peligrosas de la llamada Macro Sur, que comprende las comunas de Tirúa, Contulmo y Cañete, todas con el río Lleu Lleu de fondo, fue uno de los primeros lugares que eligió la Coordinadora Arauco Malleco para asentarse (CAM).
  • Aunque han pasado más de 20 años, el Estado ha estado ausente en varios lugares. La elección de la CAM para que la zona se convirtiera en una suerte de centro de sus operaciones, en ese tiempo, respondió a eso y a las ventajas que mostraba el lugar, ya que era deshabitado, con sectores vírgenes incluso.
  • Las características eran muy preciadas, sobre todo para el negocio turístico. Varias personas  eligieron la orilla del Lleu Lleu para instalarse con camping y empresas de turismo. También lo hicieron algunas instituciones para construir centros recreacionales para sus trabajadores.
  • Pero a poco andar, todos quienes habían elegido ese lugar, vieron cómo sus negocios se vinieron abajo.
  • En marzo de 2021, un equipo de TVN compuesto por el periodista Iván Núñez y el realizador audiovisual Esteban Sánchez fue atacado en la zona. Sánchez perdió la visión de uno de sus ojos producto del atentado.

Los “Chem”. En el libro Chem Ka Rakiduam: Pensamiento y acción de la CAM (escrito por miembros de la organización) hay una serie de relatos de distintos weichafes quienes cuentan cómo realizan los “Chem” que significa trabajo y que es la palabra que utilizan cuando realizarán un atentado.

  • En uno de los relatos, un weichafe de 27 años que pertenece a un Órgano de Resistencia Territorial (ORT) lafkenche de la zona del Lleu Lleu, entrega detalles de cómo ha sido la dinámica de las últimas dos décadas.
  • En el libro, Huilitraru relata todo lo que significa para ellos recibir una orden para un sabotaje. “Junto a ellos (otros peñis) , hemos llevado a cabo innumerables acciones de sabotaje y resistencia en defensa del Lleu Lleu y la cordillera de Nahuelbuta, obligando poco a poco a las industrias forestales y turísticas a abandonar el territorio”.
  • “En ese contexto, la dirigencia de la CAM nos encomendó a realizar un acto de resistencia, siendo asumido por nuestro ORT, que luego de analizar la situación acordamos ingresar y actuar cerca de ocho weichafe debido a la cantidad de maquinaria y presencia de la seguridad forestal. Así también, por nuestra seguridad, decidimos contar con dos fusiles de asalto, un rifle, dos escopetas de repetición, un doble cañón calibre 16 y una escopeta simple 12”, continua el relato.
  • Luego cuenta que ingresaron al predio en bote desde la riviera sur del Lleu Lleu. Comieron en el lugar cuando se reunieron todos, recibieron instrucción del jefe del operativo y caminaron toda la noche en medio de la un espeso bosque. Desde las 4 de la mañana a la una de la tarde.
  • Cuando llegaron la faena “nos basificamos, nos escondimos al interior de una quebrada para alimenarnos, descansar y acordar los últimos detalles… Quién sabía cómo estaban trabajando (en la faena) decía que existía gran acntidad de máquinas y que contaba con la presencia de dos patrullas de carabineros. Por lo cual nosotros habíamos acordado que teníamos que hacerles frente de forma directa a través de escopetas de repetición y perdigones que no les provocaría tanto daño. Sin embargo, debíamos dispararles a ellos, directamente a las patrullas para así asegurar tanto el perímetro como la integridad de los weychafe que procederían a quemar las máquinas”.
  • Finalmente se enfrentaron a carabineros en un tiroteo que duró alrededor de 4 minutos. Tras el ataque, huyeron, buscaron los botes y se fueron por el Lleu Lleu hasta llegar a la comunidad y dispersarse.

Conflictos entre mapuche. En la zona han existido los conflictos entre las comunidades y entre los propios mapuche. Héctor Llaitul dijo en una entrevista a la radio Universidad de Chile en 2021 que quienes deciden trabajar para las forestales se transformaron en enemigos y traidores. Son personas, a quienes llaman despectivamente “yanakonas”, que prefieren tener un trabajo estable y no participan de la idea de la lucha armada.

  • Todo ha significado que haya diferencias económicas importante en el lugar y dinero circulando. Un antiguo dirigente dice que “hoy muchos peñis están en el consumo. En la compra de autos, de aparatos eléctricos y mucho alcohol”, afirma.
  • La zona ha sido históricamente peligrosa para quienes no son mapuche. Nadie pasa por esos caminos. Por eso, existió malestar por la presencia de Llaitul, ya que generaba divisiones y espantaba a los clientes que captan los mapuche que se dedican al turismo en el circuito Lafken, donde se pesca al borde del Lleu Lleu en un sector rural llamado El Malo.
  • Han ocurrido varios enfrentamientos entre corrientes políticas del movimiento, pues muchos Lof trabajan en conjunto con las forestales en la exploración y cuidado de los predios.
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