Papa Francisco pide perdón a víctimas de Karadima: "La palabra prueba me jugó una mala pasada"
Por Constanza Santa María, desde Roma
"El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a ver. No hay una sola prueba contra el obispo Barros, todo es calumnia".
La defensa del Papa Francisco al obispo Juan Barros generó un verdadero remezón el pasado jueves. Una declaración por la que el Pontífice pidió perdón este lunes.
En una conversación durante el vuelo de regreso a Roma con la prensa que cubrió la gira papal por Chile y Perú, Francisco reconoció que se equivocó al usar la palabra prueba.
"El caso del Obispo Barros, es un caso que lo hice estudiar, investigar, trabajar mucho y no hay evidencia de culpabilidad, más bien parece que no se van a encontrar. En base a ese no haber evidencia, que yo espero alguna evidencia para cambiar de postura (...) si no aplico el principio jurídico: ninguno es malo a no ser que se pruebe. Y ahí está la palabra prueba, que yo creo que me jugó una mala pasada", admitió.
La palabra prueba no es la mejor para acercarme a un corazón dolorido. Yo diría evidencias. En el caso de Barros se estudió, se reestudió y no hay evidencias. Eso es el que quise decir: No tengo evidencia para condenarlo. Si yo condenara sin evidencia o sin certeza moral cometería yo un delito de mal juez
En este sentido, agregó que "la palabra prueba no es la mejor para acercarme a un corazón adolorido. Yo diría evidencias. En el caso de Barros se estudió, se reestudió y no hay evidencias. Eso es lo que quise decir: No tengo evidencia para condenarlo. Si yo condenara sin evidencia o sin certeza moral cometería yo un delito de mal juez".
Tras ello, el Papa se enfocó en "lo que sienten los abusados. Y debo pedir disculpas, porque la palabra prueba ha herido a muchos abusados; yo tengo que buscar la evidencia. Y pido disculpas. Es una herida que provoqué sin quererlo. Y a mí me hace doler mucho, porque en Chile recibí dos (víctimas de abusos)".
"Sé cuánto sufren. Sentir que el Papa les dice en la cara denme una carta con la prueba, es una cachetada. Me doy cuenta de que mi expresión no fue feliz, porque no lo pensé. Entendí lo que dijo el apóstol Pablo, sobre el incendio en una carta", agregó.
En este sentido, afirmó estar abierto a recibir testimonios y evidencias que cambien su opinión. "Yo no puedo condenarlo si no encuentro evidencia. Y hay muchos modos de obtener una evidencia".
"De abuso, no hay evidencias. Encubrir un abuso es abuso. No hay evidencia. Si honestamente creen que es así, aportar las evidencias rápido. Yo no creo que sea así, porque no las hay. Pero tengo el corazón abierto", explicó.
El obispo de Osorno ha sido cuestionado por sus vínculos con el ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, quien fue declarado culpable de abusos sexuales contra menores, tanto por la justicia ordinaria como eclesiástica, que lo apartó de sus funciones.
"Él estuvo presente -y perdón si soy crudo- mientras Karadima me tocaba los genitales, cuando me hacía darle besos", aseguró Juan Carlos Cruz, víctima del ex párroco de El Bosque.
Una acusación que Barros ha negado categóricamente: "He dicho muchas veces que no he sido testigo de eso (abusos de Karadima). Les pido que me dejen tranquilo".
El respaldo del Papa a Barros desató diversas reacciones. Las víctimas de Karadima calificaron de "ofensiva" e "inaceptable" la defensa, asegurando que existen "pruebas a la vista".
"Nosotros, y otros testigos, hemos declarado la presencia del obispo Barros durante los abusos psicológicos y los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Karadima", agregaron.
En tanto, el obispo coordinador general de la visita del Papa, Fernando Ramos, manifestó que "todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario (…) yo creo que el Santo Padre jamás ha tenido la intención de ofender o herir a algunas personas”.
Eso sí, admitió que la situación de Barros "desplazó el foco de lo que a nosotros nos parecía más importante, y es el mismo Papa".
Por su parte, el asesor del Papa Francisco en materia de abusos sexuales, el cardenal Sean O'Malley, aseguró que es "comprensible" la molestia y frustración de las víctimas de abusos sexuales por parte de ministros de la Iglesia.
"Son palabras que refuerzan el mensaje 'si no puedes probar tus dichos, nadie te creerá', abandonando a aquellos que han sufrido las condenables violaciones a la dignidad humana y relegado a los sobrevivientes al exilio del descrédito", sentenció.
Barros intentó renunciar en dos oportunidades
Además, Francisco abordó la polémica carta enviada a la Conferencia Episcopal donde señalaba estar al tanto de la preocupación de los obispos por la designación de Barros en Osorno e informaba que el nuncio apostólico Ivo Scapolo había planeado pedir el año sabático a Barros.
Esto es lo que quise decir: no puedo condenarlo, porque no hay evidencia, y yo personalmente estoy convencido de que es inocente.
Junto con abordar las razones de dicha petición, comentó que Barros había presentado su renuncia en dos ocasiones, cuando comenzó el Caso Karadima y cuando estallaron las protestas en la ciudad sureña. Una dimisión que él rechazó porque sería reconocer culpabilidad y que él está convencido de la inocencia de Barros.
"Así no se juega, porque esto es admitir culpabilidad previa. Y en cada caso, si son culpables, se investigan. Y yo frené la renuncia", expresó.